En las clases de mi instituto hay, además, tarima, con lo cual desde sus mesas mis alumnos me veían como si les hablase desde el mismísimo Parnaso.
Pero las aladas palabras que salían del cerco de mis dientes no eran mías, sino de Homero, del canto XXII, cuando muere Héctor de tremolante casco.
He comprobado que, cuando explico a mis alumnos quién es quién y qué ha pasado antes, Homero los seduce y los embauca y les toca el corazón.
No hay otra manera de leer a Homero que subido a la mesa y declamando a viva voz, con el corazón en la mano.
Cuando termino mi lectura, mis alumnos aún andan conmovidos con la nobleza y valentía con que muere Héctor, sin madecir a su asesino, sin maldecir a los dioses ni a sí mismo.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3ApAS52ocvbDResw5V0T8aOY4Dqk6cvJ5VH5Gg6DI-Pb-WN7ziwt9SAaCJbFLzVADR2-lFquSJWOlUPKbWogwMJIenRrhyphenhyphenBiuVtN_mhHle-0DqJ7ssj1DcTf79mYaIuvFCcHyzR9SS9xb/s1600/dead-hector-briton-riviere.jpg)
(Héctor muerto, de Briton Riviere)
4 comentarios:
Espléndida y emocionante entrada. Me he permitido, don Jesús, enlazarla en twitter.
Vale.
https://twitter.com/delavidaantigua
Retablo, todo lo referente a Homero es espléndido y emocionante. Él fue el maestro y nosotros, si somos bien nacidos, no tenemos más remedio que ser de los suyos.
Don Epifanio:
Tiene que ser todo un espectáculo (en el buen sentido de la palabra) verte de esa guisa.
Te imagino como esos actores griegos,con coturnos, con la máscara, declamando en el silencio de un teatro excavado en la montaña.
¡Homérico!
25 neutonios corifeos.
Esa es la parte de clase que más me gusta, don Dyhego. 25 neutonios homéricos
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