Desde entonces mi vida ha estado jalonada anualmente por esa fiesta de la canción y entre los míos siempre hemos hecho apuestas y todo tipo de cábalas.
Y aunque las votaciones son absurdas muchas veces y amiguistas otras tantas y esclavas de la moda y de tontunas las otras veces que quedan, me lo paso en grande viendo o abucheando lo que cada país envía al festival.
Vimos el festival en casa de unos griegos. Allí se aplaudió mucho a Grecia, Chipre y España. Conchita Wurst disfrutó como un loco volando por el escenario y mostrando treinta trajes distintos. Edurne estuvo magnífica y bellísima, pero ya sea porque España tiene pocos vecinos o porque los que tiene no votan por amiguismos o porque la canción, siendo hermosa, no cayó en gracia, solo obtuvo quince puntos, y quedó en el puesto 21, cuando el Chiqui Chiqui, la ignominia universal, quedó en el puesto dieciséis.
Me encantaron las canciones de Francia, España, Portugal, Inglaterra y, por supuesto, Italia.
Portugal ni llegó a la final; Francia sacó solo cuatro puntos; Italia debería haber ganado; e Inglaterra sacó solo cinco puntos. E Italia, magnífica con esos tres cantantes de ópera románticos y bien vestidos, fue la guinda y el arte del festival.
4 comentarios:
Horrovisión es un truñete de una ranciedad simpar. Ahora, es estretenido para echarse unas risas. Intento no perdérmelo.
Sergio, yo llevo sin perdérmelo toda la vida. El programa se va haciendo rancio conmigo. Recibe mi abrazo.
Don Epifanio:
Este año me tragué casi entero el Festival. Es una tradición y, ya se sea partidario o se sea acusador, siempre pregunta uno al día siguiente ¿quién ganó y cómo quedó España?
La canción de Italia me pareció un plagio descarado de Il divo.
La canción sueca ganó porque la infografía fue chulísima.
España mereció mejor suerte aunque, en justicia, no entraría en los diez primeros. Demasiado griterío.
La que más me gustó es la canción de esa señora gordísima. (No recuerdo de qué país era).
Las votaciones son todo menos justas, jajajaja.
25 neutonios eurovisivos.
Jesús Cotta, douze points!!
Don Dyhego, buscaré la canción que usted dice. ¡Qué decepcionado me deja usted con esa noticia!
La señora gordísima era serbia.
Y me alegro de ser eurovisivo como usted.
Dyhego, twelve points and vint cinq neutonies!
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