Hace un mes, yendo al curro, me caí de la bici aparatosamente y nadie acudió en mi ayuda. Así se lo conté a mis alumnos, que se llevaron sin querer una mala imagen del ser humano. Pero he aquí que hoy me he caído por segunda vez y cuatro personas han acudido a preguntarme si estaba bien. Y así se lo he contado a mis alumnos para que recuperen su fe en el ser humano. Pero mis alumnos no estaban, como yo, tan preocupados en la bondad o maldad del ser humano, sino en mi integridad física.
Y, sin querer, se han sumado a todos esos desconocidos que se han interesado hoy por mi salud.
Así que estoy contento con el mundo y, además, me he hecho el propósito de bicecletear con más prudencia, como si tuviera taypico años y no diecitantos.
4 comentarios:
Bonita entrada, me encantó.
Saludos
Don Epifanio:
Espero que no le salgan ni morados ni tenga nada dañado.
¿No se habría quedado usted mirando algo realmente llamativo?
25 neutonios bicicletarios.
Un cordial saludo, LNJ
Don Diego, en realidad estaba mirando una idea interior.
25 neutonios bicicleteros
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