sábado, 28 de mayo de 2016

Beethoven explicado para sordos, de Daniel Cotta

Que Daniel Cotta es un poeta como la copa de un pino no lo digo yo, que soy su hermano y su incondicional, sino las águilas de sus versos.

Con recursos como la originalidad de la perspectiva en cada poema, sus audacias verbales, sus extrañamientos léxicos, sus finales sublimes, sus imágenes ágiles y en acción ("las risas sin tallar de un par de niños", "A las dos del silencio (una en Canarias)/ se puso a entristecer"...) y la elegancia y precisión de la palabra elegida en cada contexto, el poeta honra y cautiva la sensibilidad del lector; honrado por ese recibimiento, el lector abre las puertas de su corazón, que era el verdadero objetivo del poeta.

Os dejo con un poema de Beethoven explicado para sordos, publicado por la Diputación de Córdoba y Accésit del XXII de Certamen de Poesía de Rosalía de Castro).

Te pasa como a mayo
Te pasa como a mayo con sus lirios:
que no te das ni cuenta.
No te das cuenta del aroma a risa
que embarga tu palabra y tu cintura.
No te das cuenta de que el día se abre
en tu pestañear, ni que la luna tiene
tus mismos ojos
y el resplandor de tu quererme.
No,
nunca te has dado cuenta.
Tu mano es un jazmín y no lo sabes.
La estela escrita de los meteoros
dice tu nombre sin que tú te enteres.
Y hay una embajadora de tu alma
con sede en mi interior. Y yo le cuento,
le pienso, le recito, le camino
y no te das ni cuenta.
Eso sí:
luego derramo sobre ti mi gozo
como la copa de un poeta ebrio,
como el loco que trae el paraguas del revés
de haber estado recogiendo amor.

6 comentarios:

Daniel Cotta dijo...

Gracias, Jesús, por ese precioso juicio de mis versos. Y gracias por la honra de elegirme por segunda vez como poeta de la semana (ahí sí te ciega el incondicional amor de la sangre).

Anónimo dijo...

Una curiosidad, para el poeta, por si me lee: esa inversión de lo que rítmicamente parecería el orden lógico en el penúltimo verso ("como el loco que trae al revés el paraguas"), ¿es deliberada? ¿un juego con el contenido del verso?

Daniel Cotta dijo...

Soy yo, el poeta. Me he comido deliberadamente la cesura del alejandrino porque, a mi juicio, enlentecía la larga comparación de los dos últimos versos, que quería que fluyeran como un torrente.

Anónimo dijo...

Pues mil gracias por su respuesta, que me permite leerle mejor, y enhorabuena por el libro.

Daniel Cotta dijo...

Gracias a usted por su interés.

Dyhego dijo...

Don Epifanio:
los estoy leyendo pausadamente.
25 neutonios betovianos.