Siempre me han gustado los poemas agradecidos, sobre todo si agradecen todo lo que precede a la belleza actual que gozamos. Este me gusta más aún porque, además, pone en su sitio a esos filósofos tristes que están tanto en los libros como dentro de nosotros.
Pues eso. Que hoy el filósofo se haga poeta y se ponga a cantar.
Capricornio en el paseo marítimo
Mira la tarde, mira qué canción
multicolor: las mobylettes felices
como estrellas fugaces, quinceañeras
azules con bermudas y suspensos, gaviotas
acariciando el tiempo,
la playa allá como una bienvenida...
¿Cuánto le habrá costado
al Universo, cuántos siglos, abrazos, guerras...
este momento?
Apiádate.
No sueltes
en medio de esta hora
el paquidermo mustio de tu filosofía.
Miguel d’Ors, de Es cielo y es azul
No hay comentarios:
Publicar un comentario