Hoy, después de explicar qué es un aedo, me he subido a la mesa para leer la muerte de Héctor de tremolante casco en el canto XXII de la Ilíada y una alumna mía me pidió acompañar mi lectura con música. Le dije que sí, pero que buscara una música épica.
Pero la alumna, de nombre Hipatia, superó mis expectativas.
Me subí a la mesa, como hago siempre que leo a Homero, porque no hay en el aula un sitio más alto. Impresiona ver a los alumnos desde tan alto. Y ella se sentó a mi lado con un ukelele que sacó de su maleta y, por arte de su música y de Homero, nos trasladamos al siglo VIII a.C.
El ukelele sonaba como una lira y yo hacía lo imposible por estar a la altura de Homero.
Nunca ha muerto en mis clases Héctor con una música más digna que hoy.
2 comentarios:
¡Debió ser algo homérico y épico!
Suerte tienen sus alumnos, don Epifanio.
25 neutonios clásicos.
Don Dyhego, me habría encantado que usted estuviera conmigo subido a la mesa para acompañarme en los diálogos de los héroes. 25 neutonios musicales.
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