Lo que hace digna la vida humana no es lo que un hombre haga con ella ni las condiciones materiales en que esta se desenvuelve, sino el hecho de que pertenece a la especie humana. Esta se eleva sobre todo lo demás que exista porque es un logos viviente, es decir, un animal simbólico, cultural, racional, consciente, libre, moral, capaz de arte, lenguaje, amor, o sea, es más que un animal. Que la enfermedad, la tiranía, la ignorancia y la miseria dificulten o impidan en algunos casos el despliegue de todas esas facultades no le arrebata esa dignidad de su ser, porque mi dignidad no depende de lo que yo haga con mi vida o mi vida conmigo, sino que depende del simple hecho de ser hombre. Ni el enfermo terminal ni Jack el Destripador pierden esa dignidad.
¿Por qué entonces la va a perder Alfie Evans? Ningún juez en la Tierra, por muy amparado que esté por leyes democráticas, está legitimado para decidir que su vida no era digna de ser vivida, sin oír la voz clamante de sus padres que sí que la consideraban digna.
La eugenesia, disfrazada de humanitarismo, vuelve a Europa.
Mi querido Alfie Evans, ahora que no estás en manos de leyes inhumanas y tienes más poder, porque te has ido fortalecido por el amor de tus padres, cuida de nosotros desde las estrellas.
1 comentario:
Don Epifanio:
la verdad es que no conozco todos los detalles de la noticia.
No puedo opinar.
25 neutonios.
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