El primero dice:
La verdadera escritura suele empezar sobre lo ya escrito.
Cuántas veces pasa que uno se pone a escribir torrencialmente pensando que eso va a ser casi definitivo y luego resulta que no era más que un esbozo de borrador o un mero tanteo.
A un escritor no le hace falta saber cuáles son sus habilidades, porque se manifiestan por sí solas, pero sí tal vez tener muy claras cuáles son sus limitaciones, porque también se manifiestan por sí solas.
Qué pena, porque es más fácil conocer las habilidades que las limitaciones, porque uno tiende a pensar que lo limitado es el tema que está tratando y no quien lo trata.
Ahí quedan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario