-No se me va esta canción de la cabeza.
-¿Puede ser porque ya nos las has puesto cincuenta mil veces?
-Señorita, quítese de ahí. Ayer se sentó aquí una chica lesbiana y se cayó.
-Tranquilo. Yo no soy lesbiana.
-¡Eres una tiquismiquis! ¡La que me has liado por dejarme dos fideos en el sumidero del fregadero!
-¡No eran dos! ¡Eran por lo menos tres!
-Mi hijo se ha casado con una mora. Sus hijos son un sándwich mixto y ahora se lava los pies y los huevos cuatro veces al día el muy tonto, él, que en cuanto hizo la primera comunión dejó de ir a misa. Cuando viene a casa, yo le digo: Niño, aquí no se reza. ¿Cuándo has rezado tú? Mi nuera, claro, no me aguanta.
2 comentarios:
Don Epifanio:
escuchar las conversaciones ajenas es divertido, interesante e ilustrativo.
Lo "bueno" de nuestro país es que como la gente grita en la calle y demás espacios públicos, no cometes ningún delito ni penal ni moral. Ni siquiera se puede llamar espionaje.
Hace años, en un periódico de Murcia, había una sección de un periodista que citaba trozos de conversaciones oídas y me mondaba de risa.
Gracias.
25 neutonios desespionaja2.
Don Diego, la verdad es que soy un poco cotilla cuando oigo a la gente por la calle. "Feliz Semana Santa!
25 neutonios conversacionales
Publicar un comentario