He inventado una nueva valacia: Falacia ad fallaciam.
Consiste en tachar de falacia todo razonamiento que nos disguste. Por ejemplo, acusar a quien nos diga “Callado estás más guapo” de utilizar una falacia, qué sé yo, ad pulchritudinem, la que busca un beneficio propio apelando a la belleza del contrario; o falacia ad factum falsum, que presenta un juicio de valor como un juicio de hecho; o falacia ad simplicitatem, que atribuye un hecho (la belleza) a una sola causa (el silencio). Y así ad nauseam.
Rebatir al contrario encontrándole falacias es siempre mucho más prestigioso que esforzarse por rebatirlo.
5 comentarios:
Don Epifanio:
reconozco que suelo rebatir los argumentos metiéndome con la persona en cuestión. Está mal hacerlo. No es demasiado inteligente. Pero...
A ver si me corrijo...
25 neutonios ad hominem.
Por cierto, me puse a leer su artículo de la revista, lo dejé a medias porque no me daba tiempo, y ahora el enlace no responde...
25 neutonios revisteros.
Jesús, te reto a que inventes cómo sería la falacia consistente en acusar a alguien de fallax ad fallaciam. Un lío. Mejor cambiar de conversación.
Don Dyhego, a veces está justificado. Imagínese que un lobo convence al cerdito del cuento de entrar en su casa porque a él no le gusta la carne. Menudas ganas entran de decirle un par de insultillos.
Por cierto, le doy al enlace y sí que me funciona.
25 neutonios falaces
Felipe..., esa falacia podía llamarse falacia ad fallacem ad fallaciam. Por ejemplo: "Me ha interrumpido usted tres veces alegando que uso falacias, y lo único que ocurre es que usted ve falacias por todas partes. Es usted un fallax ad fallacem ad fallaciam". Pero creo que me estoy liando. Un abrazo.
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