miércoles, 27 de abril de 2022

Bendición y maldición de un escritor


Escribí un aforismo hace tiempo que decía: "Tienes toda la vida por delante para cambiar y por eso no cambias". Me temo que lo escribí justo cuando todavía me creía con toda la vida por delante. Pero ahora que empiezo a tener detrás más vida que la que seguramente me queda por delante me doy cuenta de que el tiempo hacia la muerte corre ahora más que antes: cada vez conozco más muertos. Para colmo, el dedicarme a escribir me hace necesitar más tiempo del que tengo. Ars longa, vita brevis. Así que puede que me muera sin escribir los al menos cinco libros que me quedan por escribir porque me rondan por la cabeza y quieren nacer. Teniendo en cuenta que a veces tardo cuatro o cinco años en escribir uno y que, pasado unos años, el proyecto anterior deja de parecerme interesante, sé que de mis proyectos actuales solo uno o ninguno llegará a cuajar. Para colmo, después de haberle dedicado gran cantidad de mi tiempo y mi energía, puede que esa obra no vea la luz o no valga la pena.  Pero también sé que ese impulso, más poderoso que mi comodidad, de escribir lo que me llena la cabeza acaba sentándome tarde o temprano a la mesa para escribirlo. Y lo mejor y lo peor es que no puedo evitarlo.

2 comentarios:

Dyhego dijo...

Don Epifanio:
todos nos hemos visto en alguna ocasión ante una situación parecida: ¡tanto por hacer tan poco tiempo!
Si me detengo a pensar en los libros que no podré leer, en los lugares que no visitaré, en las actividades que no realizaré... me entra una angustia y un sudor frío que me paralizan y me aterrorizan. ¿Qué hacer? Intentar no amargarse la vida, que bastante amargores trae ya de por sí ella sin pedirlos. ¡Escriba usted el próximo libro! ¡Dedíquese a él en cuerpo y alma!
25 neutonios dulces.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Don Diego, es la suya una sabiduría muy grande. Seguiré su consejo, para que no se cumpla en mí eso que según Gómez Dávila es el ideal del hombre actual: viajar al mayor número posible de sitios, tener el mayor número de cosas y copular el mayor número de veces.
25 neutonios despreocupados