miércoles, 11 de mayo de 2022

La vida loca y la dolce vita. Don Juan y Casanova. España e Italia

Cinco grandes naciones hablan lenguas romances: Portugal, España, Francia, Italia y Rumanía. Cinco culturas potentes. Y creo que ya sé por qué, como español, siento más fascinación y simpatía por Italia que por las otras cuatro (y no me refiero al hecho de que mi apellido provenga de Liguria). Son razones poco racionales, pero ahí están. Portugal no me parece un país extranjero, sino una parte de Hispania. Francia se parece demasiado poco a la abuela Roma: me resulta demasiado extranjera, y Rumanía anda perdida en la bruma eslava: es como un hermano que se perdió en el bosque. Solo Italia me parece una versión de Roma comparable a la española, una manera afín pero distinta de gestionar el legado romano; siento por ella la misma simpatía que por un primo guapetón y elegante que, como yo, se parece muchísimo a la abuela, eso sí, un primo un poco pagado de sí mismo, pero, como nosotros, con sus tópicos a cuestas. Los considero además más afortunados que nosotros: no soportan sobre sus hombros una Leyenda Negra, y saben darle un aire de brillantez y elegancia a casi todo lo que hacen y exportan y no se sienten tan acomplejados como nosotros de ser lo que son. Hay mucho que aprender de ellos.

2 comentarios:

Dyhego dijo...

Don Epifanio:
¡menudo elogio a las itálicas tierras! Buena gente, los italianos.
25 neutonios itálicos.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Ya somos dos los que pensamos lo mismo, don Diego.
25 neutonios romanos