sábado, 16 de noviembre de 2024

El asombro de Adán

Debió escaparse no sé qué centella 
de tu dedo al forjarme el espinazo 
y un poco más de Ti cuando tu brazo 
la modeló de mí la noche aquella. 

¿Qué secreto y qué luz pusiste en ella 
que me olvido de Ti cuando la abrazo? 
¿Qué flores del Edén en su regazo? 
¿Qué corzas y qué bálsamo y qué estrella? 

¿Qué ánfora de vino deleitoso, 
qué derroche fluvial, qué especia extraña 
vertiste generoso y a raudales? 

Ni siquiera en Caná, cuando dichoso 
me emborraché contigo, ni en Betania, 
me diste tantos árboles frutales. 

(A MERCED DE LOS PÁJAROS, Jesús Cotta)

 

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