sábado, 5 de marzo de 2011

De hombre a hombre

Me di cuenta el otro día. Un amigo me comentaba que había discutido con su mujer por culpa del césped del jardín, que si había que cortarlo o no. Pero él no quería discutir con ella sobre el césped, sino amarla sobre él.

Por eso, macho, si ves que la rutina te devora, si eres un aguafiestas y ella una tiquismiquis o al revés, no tires la toalla. Hazme caso y, si hace buen tiempo, llévatela a la playa antes de que la invadan los turistas. Como un porteador, acarrea sobre tus espaldas unas fresas, un termo con café, su golosina favorita, unos buenos bocatas, un libro de poesía. No vayáis a cualquier playa. La vuestra es esa donde no hay nadie. Hay que andar unos quilómetros para estar completamente solos.

Quedaos como os parió vuestra madre. Allí seréis Adán y Eva. Te dolerá la costilla que te falta. Allí la rubia arena es todo lecho para vuestro amor y no hay otra cosa que hacer que amaros bajo el sol, para que sólo Dios lo vea. Allí su cuerpo será una fiesta y el tuyo será lo que ella quiera que sea. Hazle caso. Haz piruetas. Regálale un collar de caracolas. Que sepa ella la verdad: que, a pesar de que se te hagan chiribitas los ojos con el fútbol, con los amigotes o con el ordenata, no hay en todo el universo nada comparable con ella, que reina en tu corazón y te levanta el ánimo, la moral y todo lo que por amor se levanta.

Regresarás de allí más alto, más fuerte, más guapo, con la picha más grande. Y estaréis como mínimo un mes sin discutir acerca del césped. Y cuando otra vez os invada la rutina, ¡a la playa otra vez! Pero no se lo digáis a nadie. Ese es vuestro secreto.

18 comentarios:

J.M.F.R dijo...

Vitalismo, impulso vital (a lo ortegiano - soy el autor de cada minuto de cada uno de mis días-, a lo Nietscheiano -la voluntad de poder, de superar la simple supervivencia en una expansión del espíritu más allá). Rebeldía a la forma del amado Camus. Compasión en su verdadera esencia, a lo budista -la superación del yo y la fusión con el otro-, el Tao.
El amor, que es rebeldía, que es vitalismo, que es compasión, que es mucho más, que es lucha continua... el amor como fuerza volcánica emergente en cada una de los impulsos eléctricos que mueven el corazón.

Bello texto, amigo Jesús

Jesús Cotta Lobato dijo...

JMFR, sí, todo eso y un poco más. El amor siempre es un poco más. Y con cuánta grandeza me lees. Gracias.

Anónimo dijo...

Disculpe, Sr. Cotta, pero si es verdad que hay hombres que hacen eso, están en peligro de extinción.

Un saludo.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Umpa Lumpa, sí que quedan. Conozco unos cuantos, pero están casados. Cualquier hombre es en potencia como este que propongo, si ella se lo propone.

Anónimo dijo...

Prefiero el campo,antes que la arena que se mete por todas partes y entorpece la tarea.Eso si, cuidadín con los bichos y las ortigas.
Ahora el campo va a reventar de nuevo en una primamera nueva y única, todo nuevo, flores nuevas y yo con mi misma tarea y con mi misma mujer,que no consigo llevarla a la playa ni al campo,a la playa porqu a mi no me gusta y al campo tampoco vamos solo.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Anónimo, se ve que tienes experiencia. Tanto a la arena como al campo hay que llevarse una toalla o una manta. En cuanto al campo, seguro que algún fin de semana no va todo el clan familiar. Un beso.

lolo dijo...

Ole, Cotta. ¡Ole!

Granito dijo...

Como me gusta tu entrada "no hay en todo el universo nada comparable con ella", si señor, así pienso yo, la cotidiana y suprema elección, no es sólo amor, casi todo es amor, es el amor por excelencia.
Y... playa..., vaya, ninguna playa me queda cerca, pero me lo apunto, sobre todo lo de qudarnos como la madre que nos parió...
Saludos.
Pedro

Jesús Cotta Lobato dijo...

Lolo, las playas a tu salud.

Pedro, las playas también están en el corazón. Un abrazo.

Dyhego dijo...

Don EPIFANIO:
¡Y ya que le gustan a usted las canciones, digamos, del baúl de los recuerdos... ¿que tal si, una vez en la playa: en la arena escribí tu nombre, y luego yo lo borré, para que nadie leyera tu nombré... ponte tu sombrero etc?!
25 neutonios salados.

Anónimo dijo...

¡Viva la playa... el campo...y...!

Jesús mira que tines ingenio...

Un abrazo

Jesús Cotta Lobato dijo...

Dyhego, sí, esa es la canción apropiada. 25 neutonios marinos.

Manuela, más que ingenio, lo que tengo son ganas de que llegue la primavera.

El alegre "opinador" dijo...

Como no tengo una casa sino un piso, no discutimos por el césped. Je, je, je. Ventajas que tiene la vida urbana de verdad.
Buenos consejos. Sí señor.
Un abrazo.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Alegre, ¡alguna ventaja teníamos que tener los que vivimos en piso! Por ventaja la playa está tan cerca de los pisos como de las casas.

Mery dijo...

Y si la playa acaba siendo demasiado rutinaria se cambia de escenario y ya está.
Lo importante son los actores y el argumento que se le aplique.

Bonita y delicada entrada.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Sí, Mery. El que no tiene que hacerse rutinario es el amor.

A. dijo...

Buena entrada para el día de mi cumpleaños.

Jesús Cotta Lobato dijo...

A., felicidades. Te deseo buenas playas.