viernes, 18 de marzo de 2011

Muñecas hinchables

Ahora que está de moda decir que todas las opciones sexuales son igualmente valiosas, quiero decir lo contrario: hay algunas muy empobrecedoras que equivalen exactamente a enterrar un talento, el de Eros, que Dios nos dio para ser y hacer felices.

Y voy a centrarme en la pigmalionofilia, palabro con que designo la parafilia consistente en el gusto exclusivo por las muñecas hinchables (y entre los adictos a esta parafilia incluyo a esos hombres que quisieran que las mujeres tuvieran un botón de apagado y encendido).

¿No es un desperdicio que un varón con todas sus cositas y hecho para el amor y el cuchicuchi jadee sobre una superficie plástica inflada de aire? ¡Si al menos el aire, al inhalarlo a besos, colocara un poco!

En el mito, Pigmalión consiguió que la estatua, a fuerza de abrazos, se convirtiera en mujer. Pero en la realidad, el pigmalionófilo, a fuerza de abrazar a la muñeca, sólo consigue como mucho que explote.

¡Y qué susto da cuando explota!

Bueno, os dejo, que tengo que ir a inflar la mía.

15 comentarios:

Granito dijo...

Pues a propósito de esto (o quizá no tiene nada que ver en realidad) hace poco ví una gran película sobre un hombre con un gran problema de tímidez y verdaderamente torpe a la hora de relacionarse con sus semejantes hasta el punto de padecer un trastorno delirante, pues de pronto se "echa" una novia que resulta ser una muñeca, pero no hinchable, una de esas de latex, que en el entorno de su pequeño mundo (un pueblo pequeño) resulta ser un verdadero revulsivo. Una gran película, divertida, tierna y muy muy humana. Se llama "Lars y una chica de verdad" (Lars and the real girl) y la recomiendo, sólo ver a Ryan Gosling, en el papel del protagonista merece la pena.

Saludos y disculpas si me he ido por los cerros de Ubeda.
Pedro

Anónimo dijo...

Mi muñeca no se queja de como la trato, ni le duele la cabeza, quizas deberian haber mas muñecas, para algunos y para no molestar.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Granito, gracias por la recomendación. Ya me está interesando esa peli sin haberla visto porque siempre me ha conmovido la sed de amor en el hombre. Saludos, Pedro.

Menalcas, para los que molestan estoy de acuerdo contigo en que el mejor regalo es una muñeca hinchable. Un saludo.

Blimunda dijo...

El pigmalionófilo no le hace daño a nadie y quizás no haya encontrado el camino de derramar su amor en una mujer de carne y verso.
Yo creo, además, que Afrodita vela por él.
Buen finde primaveral, Jesús.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Blimunda, creo que he sido demasiado irónico con el pigmalionófilo. Ahora, con tus palabras, me produce hasta ternura. Buen sábado de sol.

lolo dijo...

La pigmalionofilia me parece un tanto castrante, la verdad. Las muñecas son un simulacro imperfecto de lo que es una mujer. En el camino se pierde el talento y el juego; una pena, qué se le va a hacer.

La sed de amor también me conmueve, pero el cuchicuchi de plástico no sé si lleva a la fuente o al barro, no sé yo.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Lolo, ¡si es que hasta que no intervenís no caigo en la cuenta de muchas cosas! Leyéndote comprendo que apreciar la pigmalionofilia es en el fondo despreciar a la mujer.

Blimunda dijo...

Yo no veo desprecio porque el pigmanoliófilo no es que tenga a una mujer auténtica y prefiera a la hinchable. No. El pigmanoliófilo, por la razón que sea, no tiene una mujer de carne y el hombre se apaña como buenamente puede.
Es más, haciendo un ejercicio de empatía yo creo que bajo sus caricias el plástico se vuelve terso, templado, encuentra el musgo escondido, el perfume turbador... porque ama así a la mujer viva que él IMAGINA.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Blimunda, quizá me he pasado con la palabra "desprecio". Quizá se sienta turbado ante la presencia de la mujer real y toda su sed de amor la vuelca en la muñeca. Y, en fin, tu ejercicio de empatía hace que el pigmalionófilo me produzca menos compasión y más simpatía. Un beso.

Dyhego dijo...

Don EPIFANIO:
Me duelen las dos muñecas, la derecha y la izquierda, e incluso las tengo hinchadas...
¡Coño, si está usted hablando de las otras muñecas! ¡Glup!
25 neutonios hincha2

Jesús Cotta Lobato dijo...

Dyhego, si le duelen las muñecas, es de trabajar en el campo. ¡Fuerza y neutonios para usted!

Bruja Truca dijo...

Y que preliminares más sosos...

Un saludo.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Bruja Truca, sí, me temo que, además de sosos, esos preliminares no son muy interactivos.

Anónimo dijo...

Hombre, tiene sus ventajas no tienes que aguantar a una mujer que se las trae y la de plástico no te denuncia falsamente.

Anónimo dijo...

juasjuas ahora me acabo de dar cuenta que es una entrada de hace 4 años. Estaba tan entretenido con la muñeca que se me pasó el momento de contestar.