lunes, 29 de abril de 2013

Lo que me daba y me quitaba el tabaco

Lo que me daba
Yo fumaba no solo porque era adicto, sino porque echar humo es un placer insustituible, es la guinda del placer, el colofón de la buena idea, la complicidad con otros fumatas, mi acompañante literaria, mi remedio contra la gula, la cura de mis frustraciones. Además, me lucía liar mis pitillos y dar tabaco a quien me lo pidiera en la calle.

Lo que me quitaba
Cuando era más joven, a cambio de todo eso el tabaco no me quitaba demasiado. Pero con taypico años que tengo ahora, mi adicción le daba a él mucho más que lo que de él recibía. Cuando uno es joven, puede fumar y no hacer deporte. Cuando uno no es tan joven, tiene que hacer deporte y dejar de fumar. Eso es lo sabio. Las otras dos veces que dejé de fumar, acabé recayendo, porque, al dejarlo, no notaba haber ganado gran cosa. Me limitaba a echar de menos el vicio.

Pero esta vez sí que he notado una ganancia, un gran cambio. Esta vez, dejarlo ha sido más que renuncia una ganancia palpable, clara, constante, directa que se puede definir como un PLUS DE ENERGÍA, un sobrepotencia que yo no sabía que tenía, pero que el simio al hombro, el muy ladino, me estaba quitando. 

Algunos siguen sin fumar porque se sienten más jóvenes, han perdido el miedo al cáncer o ahorran dinero.
Yo sigo sin fumar por ese PLUS que tiene muchas manifestaciones (la última es la refinitiva):

a) No me asfixio cuando subo las escaleras o le doy caña a la bici para no llegar tarde al curro.
b) Me levanto con más ánimo y energía, sin toses ni pitidos en la garganta, con el cuerpo más ágil y dispuesto al trabajo.
c) Siento mis venas más puras y azules y mis arterias más grandes y rojas al hacer deporte.
d) He sido bendecido con una tremenda, inesperada e inmediata mejora de la sexualidad. ¿O será la primavera?

9 comentarios:

AMPARO dijo...

Enhorabuena, Jesús!!! Ya me he enterado que le has ganado la batalla al mono chillón y malencarado. Me adhiero al gift animado de Orson Welles que te envío tu amigo. Todas esas sensaciones de bienestar que tienes son totalmente reales: es tu sangre llena de oxígeno y liber de tóxicos que te da las gracias,jajajaja. Por cierto, me ha encantado el poema de hoy, muy juanramoniano, que es uno de mis favoritos. Un beso.

Dyhego dijo...

Don Epifanio:
¡Enhorabuena!
25 neutonios.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Amparo, anoto lo de la sangre dándome las gracias. No se me olvidará. Y el poema era realmente bonito. Un beso.

Dyhego, gracias a usted por sus ánimos.

lolo dijo...

Cargado de razón y de razones. Es muy bonito que tu sangre te dé las gracias. Ese es el verdadero culto que el cuerpo merece. Hoy un beso.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Ese beso me lo pongo en la frente para no flaquear ante la tentación. Recibe tú el mío.

Paco dijo...

Hola Jesús.

Yo a los amigos les digo la verdad, así que tengo que decirte que, aunque me alegro mucho de que vayas ganando en esta aventura de abandonar definitivamente el tabaco, tienes que superar también la adicción mental.

Es decir, llevas monotemático varias entradas. Yo comprendo que esto para ti es un logro. Pero tienes que empezar a distraerte en otras cosas. Pasear la mente. Oxigenar también el pensamiento.

Dicho sea con todo el cariño del mundo.....

Jesús Cotta Lobato dijo...

Paco, lo intentaré. Intentaré al menos no daros la tabarra con mi obsesión. Un abrazo.

Naranjito dijo...

Nada, Maestro Cotta, definitivamente me has convecido. ¿La razón? la d) logicamente. !Viva la primavera!
Un saludo.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Naranjito, si lo dejas, Dios te bendiga con lo mismo que a mí. Un abrazo fuerte y grande.