Para que la belleza de cuanto veo y siento no sea solo algo que pasó y destinado a desaparecer o a difuminarse en mi recuerdo, sino que esté ocurriendo siempre y para siempre, solo se me ocurre escribir un poema, que es la manera de convertir en eterno presente la belleza fugaz de todo lo que me pasa.
Pero como esa belleza es más grande que las palabras que encuentro para expresarla, me siento como el niño que quiere meter el mar en un hoyo o cazar estrellas con una red de cazar mariposas.
A veces, sin embargo, esa red atrapa una esquirla de estrella. Por muy poco que sea, eso es ya tanto, llena tanto la vida del poeta, que vale la pena seguir intentándolo hasta la muerte. Y eso haré. No sé si nací poeta, pero moriré poeta. Lo afirmo no porque conozca mi futuro, sino porque soy poeta como soy calvo: sin querer.
Aquí os dejo mi segundo libro de poesía. No hay para mí mayor honor que el hecho de que la Isla de Siltolá me haya llamado para sacar a la luz estos trocitos de estrellas fugaces que, por la casualidad de la inspiración, han caído en mi red y que doy al lector en forma de poemas para que, cuando este los lea, vuelvan a ser estrellas fugaces en el cielo y, a ser posible, iluminen algo que esté oscuro.
Son poemas casi todos alegres, celebradores y vitalistas, en una edición cuidada y primorosa. Comparto cartel en la misma colección con poetas que admiro. Y la foto que figura en el libro me la hizo mi hermano David cuando aún yo fumaba.
Aquí y aquí publiqué, cuando los escribí, dos poemas que aparecen en el libro.
Para quien guste.
Ex corde,
Jesús Cotta Lobato
18 comentarios:
Hermosas palabras para un libro, que, a juzgar por el poema del enlace, no es menos hermoso. Espero leerlo pronto.
Que su publicación sea en buena hora. Un saludo muy cordial.
Muchas gracias, Antonio. La poesía es uno de los faros de mi vida. Por cierto, uno de los enlaces de mi entrada estaba mal y ya lo he arreglado. Un abrazo.
Qué bonita la entrada y el para qué de tu poesía. Lo gustaré, seguro que lo gustaré. Y qué bien que la foto sea de cuando aún fumabas, porque ya no.
Lolo, me ha costado mucho darme cuenta de por qué y para qué escribo yo poesía. Y una vez que lo descubrí, lo comparto con vosotros. Hoy te doy un beso.
Enhorabuena por ese nuevo libro, que sin duda valdrá tanto la pena leer como, por lo que nos dices, valió la pena escribirlo. Y una mínima disidencia: dices, copio, "Pero como esa belleza es más grande que las palabras que encuentro para expresarla, me siento como el niño que quiere meter el mar en un hoyo o cazar estrellas con una red de cazar mariposas". Tal como yo veo las cosas, no se trata de expresar esa belleza, sino de hacerlo (o intentarlo) con lo que ella provoca en nosotros; no la belleza misma, sino nuestro sentir. Y eso me parece a mí un poquitín menos imposible..., y algo que, además, seguramente tiene más sentido.
Anónimo, tienes razón en una cosa: al final no es la belleza lo que uno plasma en el poema, sino lo que ella ha provocado en uno. Pero, en realidad, yo me siento no como el que quiere reflejar su sentir, sino como el que quiere atrapar la belleza con palabras tan dignas como ella se merece. A partir de ahora tendré en cuenta lo que dices para no pedirme a mí mismo imposibles y conocer cuál es el verdadero alcance de la labor poéica. Gracias y un saludo.
Hombre, mil gracias, pero sólo propongo una opinión (meditada y nada gratuita, eso sí). Cada uno, que se las entienda del mejor modo que pueda, y con lo que crea mejor.
Jesús, me alegro mucho de que tu nuevo libro esté en la calle. Ardo en deseos de robarte un cachito de esas estrellas de las que nos hablas. Conociéndote, sé que encontraré belleza y vitalismo.
Un abrazo, ya te contaré
Don Epifanio:
Estoy deseando leerlo.
Suerte.
25 neutonios luneros.
Alonso, algunas creo que las conoces de habérmelas oído recitar. Seguro que tú las lees mejo que yo. Un abrazo grande.
Dyhego, pues te mando una paloma mensajera con los poemas. Neutonios mil.
Pues que vaya muy bien. Yo lo buscaré por aquí, porque de seguro será una delicia leerlo.
Pues que vaya muy bien. Yo lo buscaré por aquí, porque de seguro que será una delicia leerlo.
Tocayo, me alegro de volver a saber de ti. Espero que te vaya todo bien. Un abrazo.
Yo cuando leo tus poemas siento que esa red no es tan pequeña y muchas veces siento el mar inmenso en tu verso.
Estoy deseando leerlo.
Cómo me ha gustado tu reflexión sobre la belleza...
Enhorabuena, enhorabuena, enhorabuena!!!!!!!!!
Blimunda, eso es por el amor con que me lees. Y si te ha gustado la reflexión sobre la belleza es porque a ti te pasa lo mismo.
Enhorabuena por este libro, Jesús, seguro que será un placer leerlo.
Por cierto (ya es casualidad) mi hijo me contó hace un par de noches un sueño: trataba de pescar estrellas desde un barco pirata, con una red, y no conseguía atrapar ninguna. Entonces se bajó del barco y comenzó a nadar entre las nebulosas, se enredó su propia red y diminutas estrellas volaron rápidas para cortar la red y salvarlo.
De verdad, estoy deseando leer el libro.
Besos
Merche
Mi querida Merche, ese sueño es sutil, poético y bello, como tu hijo. Me alegro de que ese sueño se quede aquí escrito, para que se lo cuentes cuando crezca y comprenda su significado, porque estoy seguro de que hay un mensaje del cielo para él en ese sueño. Un beso para ti.
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