Recuerdo la sonrisa de satisfacción con que mi padre me contó la tremenda alegría que le dio poder invitar a una ronda a sus amigos cuando ganó su primer dinero. A mí me pasó lo mismo. Ahora entiendo por qué dice que Marvin Harris que los primeros jefes no surgieron por usar látigo, sino por usar la generosidad. La alegría de la fiesta, el saber que ha sido su generosidadquien la ha hecho posible, la abundancia ganada con el sudor de la frente, es lo que anima al varón proveedor de la barbacoa familiar cuando entra con la bandeja repleta de carne para dorarla al fuego y repartirla como un gran señor que ha luchado en el bosque con la bestia que ha despedazado para nosotros.
2 comentarios:
Don Epifanio:
da mucha satisfacción, en efecto, poder agasajar a los amigos.
25 neutonios satisfechos.
Tómese una cerveza a mi salud, don Diego. Mis neutonios
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