Siempre me han gustado los poetas que humanizan la naturaleza y la tratan como a una hermana y no como a una madre. Este lo hace además adjetivándola con verbos y así nos la presenta en un amable trajín que nos devuelve un instante al paraíso.
Está enfermo de luz el manso llano.
El monte es verde. La campiña de oro.
Y en el bíblico y recio sicomoro
llama al esposo la zurita en vano.
Reza la fuente con fervor sonoro
a la sombra sedante de un manzano
y suena en esta calma de verano
como un canto de vírgenes en coro.
Besa el sol con ardor a la llanura
ebria de luces, y soñando altura
el águila se eleva en raudo vuelo.
El río entre los huertos se solaza.
Y, bañada de sol, la alondra traza
un camino de voces por el cielo.
Zacarías Zuza Brun
2 comentarios:
Bonito canto a la naturaleza, esa naturaleza que cada día es más difícil de encontrar.
25 neutonios naturales, don Epifanio.
Don Dyhego, que usted la disfrute al menos cada fin de semana. 25 neutonios arbóreos
Publicar un comentario