Esta noche he soñado dos cosas: que volvían a mi casa las hormigas y que el rey Felipe le daba a Mariano Rajoy varios consejos, uno de los cuales era ser menos funcionario y más representante de lo que España significa.
El primer sueño se debe, supongo, a que ya no sé cómo hacer para echar las hormigas de mi casa, y el segundo se debe, supongo también, a mi preocupación por lo que están pasando en esa parte de mi amada España que es Cataluña.
Un referéndum solo lo puede convocar la persona que representa a todos los afectados por el referéndum. Dado que los afectados por un referéndun a favor de la secesión de Cataluña somos todos los españoles, deberíamos votar todos los españoles. Si Cataluña se separa de España, yo seré extranjero en Cataluña y mi país se verá reducido en territorio, gente y potencial. Por tanto, tengo derecho a decidir.
España es de todos los españoles. No hay territorios de España que sean de unos españoles más que de otros. Siempre me he opuesto de modo furibundo a algún andaluz que otro (por fortuna, pocos) que, contagiado del regionalismo exclusivista de otras comunidades, exige que los puestos de funcionarios de Andalucía sean solo para andaluces y no para los que, por ser mejores, aprueben las oposiciones, sean de de donde sean.
En fin, rezo hoy por España al ángel de España, aquí en una estampita del 19000.
Un abrazo a todos.
1 comentario:
Don Epifanio:
los nacionalismos suelen ser nocivos para la salud democrática.
25 neutonios pacíficos.
Publicar un comentario