La primera prueba es que yo los vi cuando era niño, justo en el momento en que salían del patio de mi casa. El camello de Melchor aún mascaba la hierba que un hermano mío y yo habíamos recogido el día anterior, y Gaspar dio un sorbo a su copita de anís y el resto lo derramó en una maceta que al día siguiente amaneció con resaca la pobre. Y Baltasar se arremangó la túnica para dar un salto impresionante y montar en su camello. Cuando me desperté, descubrí un rastro de oro en el patio.
La segunda prueba es que yo todos los años les pido a los Reyes Magos que mis alumnos empiecen el año con muchas ganas de trabajar y de aprobar. ¡Y siempre me lo conceden! Es cierto que, una semana después de volver de las vacaciones, a muchos se les ha olvidado ese propósito de año nuevo, pero siempre hay alguno que remonta el vuelo a partir de enero.
La tercera y definitiva prueba de su existencia es que los Reyes Magos no son los padres, sino que, en todo caso, los padres son los Reyes Magos. Pero incluso los hijos de los padres que no lo saben reciben por un cauce o por otro los regalos que los Reyes Magos les hacen llegar. Son muchos los padres que encargan a los Reyes Magos regalos para los niños que no tienen padres o que los tienen en la cárcel.
Estas tres pruebas demuestran, a mi entender, su existencia actual.
Además de existentes, los Reyes Magos son convenientes. Para empezar, son personajes históricos y además la mar de simpáticos, porque se negaron a seguirle el juego a Herodes, el asesino de niños.
En segundo lugar, como son tres, traen más regalos que Papá Noel.
En tercer lugar, son de tres razas distintas y, por tanto, muy multiculturales. Si alguna tradición española sirve para integrar a los inmigrantes, ¡son ellos tres!
Y en cuarto lugar, cada año siguen una estrella que los niños y los que aún no hemos matado al niño que llevamos dentro seguimos con toda la ilusión del mundo, nos lleve donde nos lleve.
Por todo ello, os deseo a todos para esta navidad y el año que viene el oro de la prosperidad, el incienso del cariño y la mirra de la salud.
Rin rin.
Feliz Navidad, Merry Christmas, Joyeux Noël, Buon Natale, Kalá jristoúgenna.
1 comentario:
Don Epifanio:
casi todos hemos tenido la suerte y la oportunidad de haber visto a los reyes magos in fraganti. Un ruido sospechoso, una deslizar de capa, una sombra saliendo por la ventana, las huellas de los dromedarios, indicios imposible de refutar.
¡Lo que es menester es que sigan viniendo!
Voy a ponerme ahora mismo a escribir, que luego mi carta llega la última y no queda nada para mí.
25 neutonios majestuosos.
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