domingo, 3 de mayo de 2020

Mi madre y sus ángeles

De Jesús Cotta Lobato a su madre Isabel Lobato Vargas

Mi madre y sus ángeles

Mi madre y sus ángeles
dan los buenos días.
La casa cimbrea
todas las cortinas 

y aumenta de espacio
las habitaciones
como ocurre en cuentos,
sueños y canciones.

Mi madre y sus ángeles
me hacen un café,
me cuentan sus cosas
todos a la vez.

El sol nos escucha
de rayos cruzados.
Mi padre saluda
desde su retrato.

Mi madre y sus ángeles
suben al balcón
y bajan a verla
la luz y un gorrión.

Riega las macetas
con agua y diamantes.
Las flores que toca
brillan más que antes.

Mi madre y sus ángeles
van a la cocina,
cantan una copla,
hacen la comida.

No saben que sé
que hay postre sorpresa:
polo de melisa,
té, limón y fresa.

Mi madre y sus ángeles
bordan un mantel
donde soy un niño
que escala un laurel.

Repasan las fotos.
Se ríen bien fuerte
con mis chistes blancos
y uno un poco verde.

Mi madre y sus ángeles
rezan el rosario,
labios entreabiertos,
párpados cerrados;

y, a la vez que Venus,
dan las buenas noches.
Tiembla el cielo entero
con sus oraciones.

Ángeles con alas
grandes como estrellas,
 seguid manteniendo
lejos las tinieblas.

(De Niños al hombro)

2 comentarios:

Dyhego dijo...

Don Epifanio:
un bello homenaje a su madre.
Se sentirá feliz y reconfortada, seguro.
25 neutonios hombriles.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Gracias, amigo mío. Incluso Dios quiso nacer de una madre.

25 neutonios paternales