domingo, 10 de mayo de 2009

Duelo entre caballeros


No reivindico los duelos, pero algo hay en ellos que me fascina. Rompían la cadena de venganzas, dependían de la libertad de los duelistas y se hacía con testigos y reglas y era una manera de arreglar las cosas sin recurrir a abogados ni jueces. Un pacto entre caballeros. Si uno no aceptaba, su honor quedaba en entredicho, pero no su vida ni su hacienda. Era un pago justo.

Eran tiempos de hombres grandes, honores grandes, pasiones grandes.

13 comentarios:

maite mangas dijo...

Era un tiempo en el que el honor de las personas era algo valioso.
¡Feliz Domingo!

Jesús Cotta Lobato dijo...

Lo valioso da sentido a la vida, pero cuesta mantenerlo. En esa época el precio del honor eran los duelos. Un abrazo y feliz domingo.

José Miguel Ridao dijo...

Me has recordado a Pushkin, Jesús, que describió magistralmente numerosos duelos y curiosamente él mismo murió en un duelo. A eso se llama identificarse con su obra. Lo mío es menos peligroso, pues suelo describir escatologías...

Jesús Cotta Lobato dijo...

Mishima también describió muchos suicidios a la japonesa y él mismo se mató a sí. Respecto a la escatología, creo que Quevedo tiene una obra magistral sobre el ojo del culo. Habrá que leerla.

Julio dijo...

Efectivamente, Jesús, "Gracias y desgracias del ojo del culo", donde reivindica el valor lírico de tan fea zona...
En cuanto a lo de los duelos y el honor, eran otros tiempos...Muchas veces pretendían salvar el buen nombre de una dama: hoy día se consideraría un comportamiento machista por parte de los políticos a la moda.

Rosna dijo...

Coincido con usted Cotta san ," lo valioso da sentido a la vida " .Y también acompañado del Honor y la Honra , que encierran dignidad y reputación . Hoy en día estas virtudes escasean ,desaparecidas y hasta fuera de moda ,estas bellas virtudes no se obtienen por alcurnia , o por riqueza sino por las buenas costumbres , la pureza y una convicción álmica inamovible .
Gracias por mencionar a Yukio Mishima , mi admirado samurai ,en la isla muchos lo catalogaron de loco , otros de ultranacionalista ,excéntrico que solo vivió sus fantasías .Yo lo admiro , él intento desemascarar un Japón acomodado , él si se ajusto al Código Samurai siguiendo las estrictas enseñanzas del Bushido que no es más que verdadero código caballeresco en donde no solo era combate medido en la valentía del filo penetrante del acero también era mostrar la grandeza espíritual y aun intectual, Mishima tenía romanticismo y formaba parte de su mundo interior .
Su escrito me conmueve Cotta san : Gomen Kudasai totemo nagai ,yorokobi yomu ... Yoroshiku onegai masu . (Perdone usted por favor tal vez escribi demás , pero es alegría y placer ,un honor leerlo )
Muchas gracias
Gabriela Yuriko
Rosna

el aguaó dijo...

El honor y la moral, esos grandes desconocidos en la actualidad, tan anacrónicos para muchos como el respeto.

¡Que tres grandes caballeros acabaron en el olvido!

Un abrazo amigo Jesús.

JESUS FIDELIS dijo...

Quevedo es una figura impresionante, gran escritor, mordad y transgresor, además un magnífico espadachín.
Al que en Alatriste lo hemos visto decir más de una vez:
- No queda si no batirse.

Y ejemplo claro de aquello que decía Cervantes, de que la pluma nunca embotó la espada.
No nombréis espadas que me pierdo...

josef dijo...

Los duelos eran terribles, no sé si es valioso morir de un estoque de espada o de un tiro en la sien o que te vuelen la oreja....Hummm, odio las armas!

Jesús Cotta Lobato dijo...

Regreso de un día en el campo y me encuentro con vuestra compañía.

Gracias, Julio, por la aclaración sobre nuestro Quevedo. Yo creo que en aquellos tiempos el lenguaje de los políticos a la moda sería incomprensible.

Rosna, me sorprende lo bien que habla usted el español y lo mucho que conoce Japón. Mishima es uno de mis ídolos y algún día quiero hablar de él. Siempre admiré el honor y la honra y por eso me fascinan los samuráis. Morir por defender el honor, el mío o el de una dama, sería una buena manera de morir. Pero no sé si tendría el valor. Mis mejores deseos desde la noche sevillana.

Aguaó, me estás dando idea de escribir una novela de un caballero anacrónico que aún sigue creyendo en esas tres hermosas estrellas. Recibe tú también mi abrazo.

Tocayo, ya tenemos otra cosa en común: nuestro respeto hacia los poetas que eran también guerreros.

Moderato, yo soy incapaz de usar un arma, pero la espada entre dos hombres libres tenía su aquel.

Dyhego dijo...

Don EPIFANIO:
Siempre he creído que el problema de los duelos es la desigualdad. Si yo aceptara un duelo para batirse con pistolones y no sé disparar...
1 neutonio

Jesús Cotta Lobato dijo...

No sé mucho de duelos, pero tengo entendido que se daba por supuesto que quien aceptaba el duelo lo hacía porque sabía manejar las armas con que el duelo se realizaría. Un duelo entre desiguales no es un duelo, sino un asesinato.

Dyhego dijo...

Don EPIFANIO.
Gracias por el matiz. Así lo intuía yo.