jueves, 28 de mayo de 2009

Mi segunda vocación

Mi padre siempre pensó quela Virgen me tenía especial aprecio porque yo me interesaba mucho por las cosas de Dios. Quizá por eso, a mí me dio por pensar que ciertas cosas muy espirituales que se me ocurrían eran mensajes de ella y así se lo comuniqué a mi padre, que, entusiasmado, le encomendó a mi hermana la penosa tarea de anotar en un papel todo lo que se me ocurriera.

Entre los supuestos mensajes dela Virgen había desde recomendaciones a mi madre para que se comprara un vestido hasta exhortaciones a la humanidad para que no tomara el camino ancho y cuesta abajo del pecado, sino el estrecho y el escarpado de la virtud, símil que seguramente yo habría leído u oído en algún sitio.

Mi padre se quedaba maravillado de las cosas que se me ocurrían. Con el tiempo, mi padre comprendió que yo, más que un iluminado, era un poeta y que eso se manifestaba como yo sabía y podía y a mis doce años me compró un libro de poesía y me lo dedicó, para que fuera poeta. Me conocía bien mi padre. Y la Virgen también.

20 comentarios:

Enrique Baltanás dijo...

Que la Virgen de los Buenos Libros te siga inspirando, con entradas como ésta tan buenas.

Gerardo V. dijo...

Querido Cotta, desde luego que tu lo de poeta lo llevas en la masa de la sangre y desde tan tempran edad. La historieta me recuerda a aquellas antiguas del semanario regligioso de los años 60 "El buen amigo". Además, tu eres un buen amigo, o no?.Un abrazo
Gerardo

eres_mi_cruz dijo...

qué hermosa labor la de las hermanas de los poetas...
y qué sacrificada...
tu texto me ha recordado una entrada que hice hace tiempo en la que me quejaba precisamente de esa falta... es posible que por éllo nunca pueda ser un... ¿se ha estudiado estadísticamente qué porcentaje de poetas famosos no tienen hermanas?...

te dejo la letra:

All over this town
Yes, a low wind may blow
And I can see through everybody's clothes
With no reason
To hide these words I feel
And no reason
To talk about the books I read
But still I do

That's 'cause I'm a ...
Sister I'm a ...
All over this town
Along this way
Outside the prison gates
I love the romance of crime
And I wonder
Does anybody feel the way I do ?
And is evil just something you are
Or something you do ?

All over this town
They pull over
In their Citroen vans
Not to shake your hand
With meths on their breaths
And you with youth on your side
A plastic bag stranded at the lights
This once was me ...

E. G-Máiquez dijo...

Qué entrada tan emocionante. Bien por tu padre (y por la Virgen).

Juanma dijo...

Totalmente de acuerdo: entrada muy, muy emocionante. Benditos recuerdos.

Un abrazo.

Máster en nubes dijo...

Sí señor, preciosa entrada, y muy divertida también, de una gran ternura. Lo de tu padre encomendando a tu hermana que tomara nota es genial y lo del mensaje de que se comprase un vestido... mira tú, a lo mejor era verdad.
Un abrazo, Jesús, siempre provocas una sonrisa en este blog, es muy de agradecer.
Aurora

Jesús Cotta Lobato dijo...

Gracias, Enrique. Por ahí tengo pendientes unos malos libros que no sé si a ella le van a gustar.

Gerardo, tú sí que lo llevas en la sangre. Ya te dije que tenías ojos de poeta, que eso se te notaba en los aspectos que resaltabas de la realidad.

Eresmicruz, las hermanas, sean sacrificadas o no, son importantísimas. Realiza ese estudio sobre la población de poetas y pásale el dato a García-Máiquez, a ver si lo convenzo para que realice un perfil del poeta. Visitaré tu entrada, a ver si la carencia de hermana te explica.

Enrique, ahora que lo dices, yo, que soy padre, no me había dado cuenta del importante papel que tengo.

Juanma, ya sabes, estáte ojo avizor con los tuyos. Creo que la poesía se hereda.

Aurora, yo creo que el vestido, ahora que lo dices, era verdad. Mi madre andaba siempre trajinando entre la tienda y la crianza y quizá por eso yo me la imaginaba vestida de joyas y bien pintada como una reina. Por eso quizá me lo sugirió la Virgen.

José Miguel Ridao dijo...

Vocaciones como la tuya son las que hacen falta, y no me refiero sólo al contenido de la vocación, sino al modo en que la vives. Un abrazo, Jesús.

tutusta dijo...

Muy emocionante Jesús... La vida no pasa en vano, verdad? Ni tampoco los que nos quisieron.
Un abrazo

Jesús Cotta Lobato dijo...

José Miguel, los poetas, sean buenos o mediocres, creo que lo viven todos con la misma intensidad. Un abrazo.

Tutusta, los que nos quisieron no mueren. El amor los salva de la muerte.

elpiyayo dijo...

Soy un chivato y como no deciros, que Jesús EPIFANEO (quiera el o no) tiene muchos hermanos, muchos tios y muchas personas que quiere, algunos son poetas, otros copleros y tambien muchos fantasmillas entre los que me encuentro yo. Pero tiene dos hermanos que estudiaron en el Seminario Menor Diocesano de Malaga, esos no son poetas, el piyayo quiso serlo pero lo que escribia lo rompia, pues el piayyao es orgulloso.
Asi que sino hay Algarrobos en Cánora, por lo menos "yervabuena " si habrá.
Me ha gustado que me lo consientas "casi todo", eso sgnifica en Cánora, pero en Málaga ¿tambien?
"Ones no te mosques oño"

maite mangas dijo...

Igual otro padre hubiera pensado que estabas un poco "p´allá" y que lo que necesitabas era centrarte para ser un hombre de provecho algún día. El tuyo tenía un diamantito en bruto y lo empezó a tallar...y algo hizo también Don Simón, creo.Eres muy afortunado.

Jesús Cotta Lobato dijo...

El piyayo es un poeta orgulloso. Eso ya lo sé. Y en Canora habrá todas las hierbas que queramos e incluso algarrobos, pero no porque nos asuste la Junta, sino porque nos salen de la punta. Si en Málaga nos consentimos el uno al otro todas las peleas y gritos, ¿por qué no en Canora? Un abrazo, Piyayo.

Maite, mi padre era un artista. Como dice el Piyayo, talló a siete hijos. Su trabajo conmigo no fue peor que el que hizo con los otros. Don Simón sembró en tierra que mi padre ya había labrado. Un beso.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Sencillamente genial, Jesús.

Un abrazo.

reyvindiko dijo...

Después de todo esto, como dejes de escribir es para matarte.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Gracias, Javier.

Reyvindiko, me temo que los Cotta lo llevamos en las venas. Si dejase de escribir no tendrías que matarme: me moriría yo antes.

Julio dijo...

Me ha encantado, Jesús. Estás como Arrabal, el anarquista de la Virgen...

Jesús Cotta Lobato dijo...

Julio, ¡con razón siempre me gustó Arrabal!

Mery dijo...

Ortega te pondría como paradigma de lo que debe hacer el hombre para intentar alcanzar la felicidad.

Preciosísima entrada.
Un beso

Jesús Cotta Lobato dijo...

Mery, no se me había ocurrido. Releeré a Ortega.