¿No practicáis la autocompasión por la mañana, cuando suena el despertador? ¿No sentís entonces muchísima penita de vosotros mismos y maldecís un universo cruel donde sus únicas criaturas libres y conscientes, que se sepa, se ven obligadas a renunciar a soñar con universos paralelos?
Lo único bueno de esa hora son las erecciones matinales.
Luego, tras un chute de cafeína y nicotina, la autocompasión desaparece y entra en escena el espíritu de lucha.
En fin, escribo esto para consolarme pensando que esas dos droguillas me libran de una cosa tan fea como la autocompasión.
Por cierto, el miércoles a las ocho y media de la tarde, en la Carbonería, aquí en Sevilla, Luis Manuel Ruiz, mi colega de Estado Crítico, me ha elegido para presentar su novela Tormenta sobre Alejandría, que publica Alfaguara. Para quien guste.
23 comentarios:
Qué suerte tienes que tú al menos tienes dos drogas. Yo sólo la ambrosía de los dioses: el café
Saludos matutinos
Don EPIFANIO:
Me ha gustado eso de que lo mejor de la mañana son "las erecciones matinales".
Pero ¿con polución o sin polución? En el primer caso toca ducha rápida... y en el segundo te quedas como a medias.
Pero si hay "erección matutina" es porque por la noche no ha habido concierto.
¡Esto es un desconcierto!
Un neutonio (con las lavas y recién enjabonás, jejejejejeje).
Quise decir: "con las manos lavadas y recién enjabonadas"
Héctor, mejor una droga que dos. Calma lo mismo una que dos. Entonces, ¿para qué dos? Afortunado, pues, tú, que con una te apañas. Saludos matutinos.
Don Dyhego, que yo sepa esos levantamientos nocturnos y matinales no dependen de si ha habido o no concierto previo, sino que son, por así decir, inevitables y naturales. Pero, en fin, me informaré. He recibido el neutonio enjabonado. Gracias.
Sr. Cotta.
Me alegro de que esas dos "droguillas", le libren a vd. de esa cosa tan fea a la que llama autocompasión por las mañanas.
Pero, ¿Que opina vd. acerca de esas erecciones de madrugada, en el duermevela de los sueños, si son correspondidas por el cuerpo que decansa a su lado...?, si se dá ese caso, la mañana es esplendorosa, y se levanta uno, con el ánimo por las nubes, aunque se haya dormido poco.
En esas mañanas, no hacen falta ningun tipo de "droguillas".
Un saludo.
De todas esas drogas la peor la autocompasión.
La conozco y cuesta desengancharse.
Yo estoy de acuerdo con Dyhego:
Desconcierto matutino
levantándose el pepino.
Señor Churricos, esa situación que tan bellamente usted describe, más que una droguilla, es como sentir de pronto una sed tremenda y que te traigan en un bandeja de plata, también de pronto, una jarra de agua helada y un zumo de naranja. Yo creo que el cielo debe ser algo similar a eso.
Lolo, yo creo que todos hemos conocido la autocompasión alguna vez. La verdad es que, más que con café y tabaco, intento curármela diciéndome que esas cosas que hay que hacer y que tan poco me gustan sirven para un gran bien y que no hay bien sin sacrificio. Pero, en fin, una cosa es la razón y otra el corazón.
José Miguel, jo, ya no sé qué decir. Yo tengo entendido (y esto lo sé porque me lo han dicho) que el atributo se levanta de madrugada porque sí, haya habido o no concierto, pero, en fin, puede ser que los levantamientos sean más frecuentes si no ha habido guerra.
Choca ese... esa mano.
Yo sí, me autocompadezco muchísimo cada mañana... y más desde ahora que acabo de ser consciente de que encima no puedo disfrutar de una erección matutina involuntaria...
Cachis! Menos mal que me queda el café y el cigarrito...
Rocío, tampoco te pierdes nada. La erección, además de un placer, es una esclavitud tremenda.
No sé por qué extraña confabulación del universo la cama está mejor cuando la dejas que cuando llegasa ella.
No paras, Jesús. El miércoles presentando a otro y el jueves te toca (nos toca). A este paso, las erecciones matutinas corren un serio peligro de extinción...
La autocompasión es echarse tierra encima si se practica en soledad, no es malo hacerlo si hay quien te oye con amor y calma y calma tambien esas,--- esas--------"matutinas", es normal en un varón fuerte, si hay polución nocturna no te quedarás ciego, pero es debido a soledades y olvidos.
Me gustaría ir a compartir café y nicotina contigo, querido Jesús. Pero creo que me resultará complicado.
Un abrazo.
Si puedo te (os) veré el jueves, voy a hacer lo posible.
Dice un amigo que de casa hay que salir llorado, y volver a veces también ya llorado a ella. Pero entonces me pregunto ¿cuándo y dónde nos autocompadecemos? No sé, digo yo que la autocompasión de las 6 am o de la noche, cuando ya no puedes ni con tu alma, está permitida ¿no? un ratito de nada, por favor, luego ya nos damos a las drogas o a lo que se tercie y nos recuperamos ¿vale?
Un abrazo
Aurora
Reyvindiko, leyendo tu comentario me parece que eso mismo ocurre con casi todas las cosas buenas de la vida, que las valoras cuando las tienes que perder de vista.
Juan Antonio, si ese ritmo de vida va a alterar eso que dices, me paro en seco.
Sí, Piyayo, en soledad todo es más triste. Mejor la autocompasión en un hombro en el que llorar un poco. En cuanto a las poluciones nocturnas, mejor me callo.
Julio, ya nos chutaremos en otra.
Máster, menudo alegrón me dará verte. Por otra parte, yo tampoco estoy de acuerdo con esa frase de tu amigo. Me has convencido con eso de que si no nos permitimos un poquito de lágrima autocompasiva seríamos superhéroes o algo así. Así que, como mínimo, a esa hora está bien sentir pena de uno mismo. Un beso.
Saludos jesús... que tengas dulces sueños!!! ¿La auto-compasión por no saber levantarse de la cama y querer quedarse pegado a las sábanas? Engaaaaaaaaaaaaaaaaaa un abrazo.
Eres un tipo duro, Ladrón, que no siente pena de sí mismo cuando suena el despertador tempranísimo para avisarte de que te espera una dura jornada de trabajo.
¡Y lo bien que sienta a veces la autocompasión, incluso con lagrimitas!
De la erecciones matutinas, pues no opino.
Un abrazo
Mery, pues es verdad. Yo también he derramado alguna lagrimita que otra.
Huy, sí, sí... Yo para no autocompadecerme, pienso en una frase de Marzal, "el combate por la luz", y le doy la nicotina y a la cafeína. Entonces, ya despejada, me entra cierta lucidez y pienso que "es el pensamiento quien nos desconsuela". Y no sé si darle las gracias a Marzal o mandarlo a tomar por saco.
Ahora que lo pienso,son matinales erecciones cerebrales e involuntarias, que se solucionan con lo que se llama pajas mentales, jaja...
Un saludo
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