martes, 6 de abril de 2010

Cosas de niños

1. Tener las mangas llenas de mocos.
2. Estar absorto en un juego y de pronto darse cuenta de que uno tiene unas ganas tan tremendas de orinar, que, en fin, uno se orina.
3. Componer un poema a mamá el día de la madre.
4. Meterse debajo de la mesa y tocar los pies de los comensales, que fingen creer que debajo de la mesa hay un perrito.
5. Relamer ese plato que tanto nos gusta y luego decirle a mamá que no hace falta que lo friegue, porque lo hemos dejado requetelimpio.
6. Ir canturreando por toda la casa durante un juego imaginario que transfigura toda la realidad.
7. Sentarse como un gato en el alféizar de la ventana y sacar las piernecillas por las rejas de la ventana y saludar a todos los vecinos.
8. Trasquilarse el pelo con las tijeras.
9. Hacer mejunjes con todos los botes que hay en el cuarto de baño.
10. Pasar de la risa al llanto y al revés a la velocidad de la luz.

16 comentarios:

lolo dijo...

2, 6, 8, 9 y 10.
Pero qué maravila.

Isabel dijo...

Ummmm, ¡gracias!, casi se me había olvidado, es genial volver un ratito a ese espacio.
Un saludo

Olga Bernad dijo...

A mí la diez aún me sale;-)
Un beso de vuelta.

Gloria dijo...

Gracias por este paseo por sensaciones guardadas en el fondo del baúl del adulto.
Un abrazo.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Lolo, me alegro de que te gusten. Aún siguen vivitos y coleando los niños que llevamos dentro.

Isabel, un placer que vengas.

Olga, a mí es no me sale ya, pero alguno que otro sí.

Gracias a ti, Gloria.

mirambella dijo...

VIVIR, cosas de niños. Besos.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Mirambella, yo siempre he pensado, como tú, que no hay que dejar de ser un niño si se quiere vivir. Besos.

Alejandro Muñoz dijo...

Y ante cualquier descuido, la 1 se convierte también en "cosas de padres".
Me encanta como escribes sobre los niños, Jesús. Cómo se nota que sigues siéndolo.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Alejandro, deberías escribir una entrada hablando de esas cosas que hacemos los padres, o los mayores, pero que supuestamente sólo harían los niños, como limpiarse la nariz en la manga. Un abrazo, amigo.

Lopera in the nest dijo...

Jesús has conseguido que recuerde una anécdota de niño casi olvidada: Limpiarse en el pelo el plumín cuando se ha terminado de escribir. Esta anécdota exige volver a los años cincuenta cuando había un tintero en el pupitre que rellenaba el maestro.

Anónimo dijo...

Me encantó y me sirvió para darme cuenta de que todavía tengo mucho de la niña que alguna vez fui :)
Sandra

Jesús Cotta Lobato dijo...

Lopera, ese gesto es encantador. Los niños les buscan utilidades maravillosas a las cosas. Un abrazo.

JESUS FIDELIS dijo...

Jajajaja, las reconozco en los míos, y algunas aún en mi.
Bravo!!

Jesús Cotta Lobato dijo...

Jesús, eso es buena señal. Sigamos siendo niños.

Liz Flores dijo...

Hola Jesús, peroda el atrevimiento, andaba navegando y di con tu blog, me llamó la atención esta entrada y luego de leerla me alegré por el clic que me trajo hasta acá. Me he llenado de ternura, recuerdo y fantasía con cada numeral, evocando tiempo inmortales y a la vez comparándolos con la actualidad y mis sobrinos, que la cosa no ha cambiado nada, todo sigue igual.

Hermoso post.
Un saludo muy cordial.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Liz Flores, sé siempre bienvenida. Me alegro de que los niños te hayan traído hasta aquí. Un saludo.