Un amigo mío psicólogo ha hecho conmigo no sé qué prueba consistente en que el Cotta que no quiere fumar se sienta en una silla frente a a otra silla donde luego se sienta el Cotta que sí quiere fumar. Cotta va de una silla a otra dando argumentos. Los dos se enzarzaron en una discusión desconcertante de la que salí agotado.
Luego mi amigo me alejó de ambas sillas y me pidió que las mirara y le dijera qué sentimientos despertaban en mí ambas sillas, cuál me caía más simpática. Ganó por goleada el Cotta que no quiere fumar, porque el que quiere fumar, cuando se quedó sin argumentos, se limitaba a decir: Déjame en paz, gilipollas, no me amargues la vida.
Ahora sé que el Cotta vicioso no tiene argumentos, sino que vive aferrado a un fantasma de humo. Mi salud, poco a poco devorada por un fantasma de humo.
23 comentarios:
Por si te sirve de algo, dejé el hábito de fumar hace seis meses, cambiando de hábitos. Digo que dejé el hábito, porque de vez en cuando (una vez a la semana), me echo un pitillito que me sabe a gloria bendita. Pero he modificado mis hábitos. Por ejemplo, procuro no quedarme en el salón después de comer y largarme a la habitación para evitar tentaciones; el café lo he dejado durante meses. Uno se da cuenta de que hay demasiados hábitos que te llevan a fumar instintivamente. Resultado: se encuentra uno mil veces mejor, desaparecen las toses, carraspeos y no te ahogas tanto al echar una carrerita. Y duermo mucho mejor. Merece la pena intentarlo, aunque soy de los que se niega a renunciar a un placer para siempre (y es que una cosa es un placer y otra una servidumbre)
Don EPIFANIO:
1) Dejarse el tabaco no es un sacrificio.
2) El tabaco es adictivo.
3) La dependencia psicológica y de hábitos es una falacia.
4) El tabaco no es placentero. Queremos que sea placentero y nos empeñamos en hacerlo placentero.
Si le puede usted servir mi consejo: repítase hasta que se convenza "que no tiene nada que perder y mucho que ganar". No tiene usted que modificar sus hábitos en absoluto. Póngase la meta de las 24 horas. Si consigue usted un día entero sin fumar, el segundo día será más llevadero.
Es cierto que habrá momentos de tentación fortísimos. Repítase que no tiene absolutamente nada que perder y mucho que ganar. Si usted ha conseguido 24 horas, puede conseguir 48 y así.
No es un sacrificio. No tiene usted nada que perder.
No sé si mandar este comentario o suprimirlo, porque a todo el mundo le da rabia que le den consejos.
No se lo tome como un consejo.
Aún a veces me entran ganas de fumarme uno, uno solo.
Lo que más satisfacción me da haberlo dejado (le digo que soy fijo discontínuo: estuve tres sin, luego uno fumando; luego 3 meses sin, luego 4 meses con, hasta que ahora ya llevo seis años), lo que más satisfacción me da, repito, es que no tengo que estar pendiente de si me falta tabaco, que tengo que coamprar, que estará todo cerrado... Eso es impagable, de verdad.
Reciba usted un cordial neutonio.
Que sería de una hoguera sin humo?
Y de una buena chimenea? Y que me cuenta o dices de una casa sin el calor de un fuego amigo.
Viva el humo de una hoguera vecina, o el humo de la pipa de Gandalf.
Un abrazo.
Lo de la dialéctica y/o desdoblamiento de personalidades me ha hecho gracia. Y esa piel que se te va a poner, y esa figura apolínea, y esos pulmones que en 7 años se renuevan (ya sé, largo plazo), y lo que se ahorra en pelas, y en toses, y poder correr sin perder los papeles, y poder oler mejor y también que te huelan ;-), y que te sabe todo mucho más... Date premios, no lo hagas a lo bestia... Premiate en todo lo que puedas, a pelo y sin recompensas cuesta más... (y no estoy NADA de acuerdo con Dhyego en ninguno de los puntos: cuesta mucho dejarlo y es una adicción muy fuerte, fuertísima, otra cosa es que se pueda superar)
(6 veces lo dejé y 5 volví, la última fue la definitiva hace ya 8 años...)
LFU, eso que dices es la sabiduría. Eso quisiera yo, pero ¿cómo demonios consigues fumarte un pitillo semanal sin decirte "de perdidos al río"? Eso es lo que quiero hacer yo, pero no tengo ni idea ni fuerza de voluntad. Un abrazo.
Dyhego, le confieso que hoy me he hecho ese planteamiento: venga, Jesús, es sólo un día sin fumar. Pero no lo he conseguido. Gracias por sus consejos. Son bienvenidos. Un abrazo.
Ramón Simón, la pipa de Gandalf me impide dejar el vicio. Los orcos no fuman, pero los hobbits y los magos sí. Quizá el truco sea hacer como LFU. Un abrazo.
Aurora, me consuela saber que seis veces lo dejaste y cinco volviste. Me consuela también saber que fuiste fumadora. Y que sepas que es una adicción muy fuerte. Lo que me falta es motivación suficiente para ponerme a sufrir durante los días que me dure la abstinencia. Un beso.
Qiien quiera dejar de fumar, lo único que tiene que hacer es dejar de fumar, es "dejar de hacer un acto", es como no poder acostarte con Marilyn o la Luna.Que hables con una silla vacia, un Cotta, por favor, que ya estamos sobrados de locos, yo el primero.
Un chiste Cotta, de tu jermano el anonimo, jajaja- es po lo de gilipollas
Estaba un viejito sentado en un banco de una plaza, cuando un muchacho se sienta a su lado con los pelos tiesos y teñidos de azul, rojo, amarillo y verde. El viejo se queda mirándolo un rato, atónito; hasta que el chaval le dice:
> - Qué pasa gilipollas? ¿Qué miras con esa cara, nunca has hecho una locura en tu vida ?
> A lo que el viejo, sin exaltarse, le contesta:
> - Sí, una vez me emborraché y me follé a un loro... Y justamente me preguntaba.... No serás mi hijo?
Anónimo, lo de comparar el acto de fumar con ir a la luna es muy bonito y lo he intentado, pero el caso es que ir a la luna es imposible y fumar no. Ese es el problema.
¡Un cigarrito a tu salud! Je, je, je.
Un abrazo.
Vaya, Alegre, ¿con que eres fumador? ¡Y parecías buena persona! (eso mismo me dijo una compañera de trabajo cuando me vio fumando). Gracias por fumar a mi salud.
Don EPIFANIO:
A mí no me molesta que fumen a mi alrededor y de verdad creo que se están pasando con tantas medidas antitabaco. Ahora mismo se persigue con más saña a un fumador que a un corruptor de menores, que a un ladrón, que a un político corrupto, etc.
1 neutonio.
Hay dos formas de abordar el tema:
Espiritual: Es un vicio, apega al mundo, destruye el cuerpo, malgasta tiempo finito e irrecuperable, irrita y saca a la luz facetas desconocidas y horribles, asesina, ...etc
Mundana/Física: Es un malgasto enorme de dinero y recursos, cohibe sus cualidades físicas, aunque pueda parecer atractivo a la hora de besar no lo es, es aceptado a regañadientes por sus amistades no fumadoras, perjudica a sus hijos, da un mal ejemplo(o bueno, depende de su estado de salud) a sus alumnos, ...etc
Saludos
P.D: La vida es corta y tiene un único sentido. ¡No se condene!
Dejar de fumar es un acto de fuerza de voluntad. Como casi todo lo que merece la pena. Yo dejé de fumar una vez y permanecí sin hacerlo cinco años. Un día le dí una calada a un pitillo y .... volví a fumar.
Hace 10 años que ya no fumo. ¿Cómo lo hice? No lo sé, a fuerza de no querer hacerlo. Cada mañana me decía a mí misma: HOY NO VOY A FUMAR. Hoy, mañana ya veré. Como hacen los alcohólicos. Esa idea del nunca jamás es dificil de asimilar. Pero dejarlo por un día parece más sencillo.
Si consigues mantenerte así un cierto tiempo te sentirás satisfecho, porque el mérito será solo tuyo, no de lo que te dijo un psicólogo o de unas pastillas o chicles. Y hay algo importantísimo si de verdad se desea dejar de fumar y es: NO VOLVER A ENCENDER NUNCA MAS UN CIGARRO. Ninguno, nada de puritos o caladas. La intoxicación está más afianzada en nuestra mente que en nuestro cuerpo.
Yo aún deseo fumar, a veces. Ahora sé que no tengo que hacerlo ni un poquito. Soy fumadora, pero no quiero fumar. Y es mérito mío no hacerlo, tengo fuerza de voluntad.
Espero haberte ayudado un poco.
Besos.
Dyhego, es usted un exfumador extraordinario: da buenos consejos a los que quieren dejar el vicio, consejos de persona que sabe de qué va la cosa, y encima es comprensivo con ellos. Es usted un sol.
Rutheford, casi me atrevería a decir que usted me conoce, porque su comentario parece diseñado para mí, por lo completo e inesperado. Copio y pego. Gracias. Sepa usted que lo tengo en cuenta.
Rosg., por culpa de esas caladas ocasionales, como dices, he recaído varias veces. Me gusta eso de reconocer que el exfumador sigue siendo un fumador y que es mérito suyo no recaer. Gracias. Sí que me ha ayudado.
A TODOS: realmente estoy conmovido por el interés que habéis mostrado en este asunto: nada más que por gratitud tengo que dejar el vicio. Espero dar pronto una buena noticia.
No es mi intención presionarte, pero he agregado tu blog a nuestra lista de espacios amigos, tenemos un par de blogeras que ya son ex fumadoras y otr@s que lo están intentando. Suerte y recuerda, esta lucha la ganan los fuertes y tercos de corazón.
Dejar de Fumar
Alejandro, no te preocupes. No me presionas. Soy un asiduo de tu página "dejar de fumar". Un abrazo.
Ir a la Luna es imposible y fumar no, pero dejar de fumar ¿es imposible o posible?, porque si es imposible sigue chupando y si es posible es que no tienes cojones o no quieres dejar de fumar, a mi no me la das, pichita.
No puedes dejar de fumar, se acabaría este delicioso sub-género de tu blog, el de fumo-no fumo-ay-etc.
Anónimo, pues será eso.
Tocayo, vaya, no sabía que mis tormentos daban buen fruto literario. Me seguiré, pues, atormentando.
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