jueves, 15 de abril de 2010

Tengo una terrible duda

Inauguro una nueva serie: el consultorio ético. En esta serie plantearemos dilemas que me atormentan a mí o a vosotros.
El que planteo hoy me lo ha inspirado mi amigo de La Carolina. Resulta que en los institutos, de un tiempo a esta parte, solemos celebrar un acto de despedida a los alumnos de segundo de bachillerato. Poco a poco, los profes nos vamos acostumbrando y ya somos más los que nos encorbatamos y enchaquetamos para despedir a los muchachos. Pero he aquí que mi amigo me dice que no es lógico que a esa ceremonia oficial invitemos a todos los alumnos de segundo. Él opina que sólo deberían ser invitados los que han aprobado en mayo todas las asignaturas, porque ya la ley educativa se encarga de que la igualdad esté asegurada. Ahora tratemos de favorecer la excelencia.
Y no sé, me convence su argumento, pero me parece muy duro no admitir en esa ceremonia a los que no han podido aprobar. ¿Qué opináis?

Y, por cierto, ¿alguien conoce a una persona o una página de la Interred donde puedan elaborar un estudio grafológico más o menos fiable?

12 comentarios:

Dyhego dijo...

Don EPIFANIO:
Las fiestas de "graduación", estadounidensish typical, se han extendido como la pólvora y ya hasta los niños de 5 años que pasan a Primaria se gradúan...
¡Se gradúan hasta los que no han aprobado nada!
Creo que a la fiesta de despedida de los bachilleres deben concurrir todos los alumnos matriculados ese año y en ese nivel, con la salvedad de excluir a los absentistas (esos que nunca van a clase pero sí a los fiestorros).
Todos los años me persiguen para que me deje retratar y salga mi careto en la "Orla" pero, hasta el momento, no me he dejado...
Este año, y dado el mucho cariño que les tengo a los bachilleres, me acercaré a la cena.
1 neutonio.

Dyhego dijo...

Don EPIFANIO:
No conozco ninguna página fiable de grafología, pero aquí estoy, experto donde los haya, a su disposición...
1 neutonio grafológico con estilete y goma de borrar Milán.

José Miguel Ridao dijo...

Yo creo que deben ir todos. La igualdad mal entendida no se puede combatir con la discriminación manifiesta.

Cuando te enteres de lo de la grafología me lo cuentas, que yo tengo letra de desequilibrado cuando menos.

Un abrazo.

lolo dijo...

Lo que me sale es decir que vayan todos ¿Irán de nuevo a la despedida cuando consigan aprobar? Bueno, que hagan lo que quieran, pero es mejor invitar a todos. Si alguno no quiere ir podrá hacerlo.

Hoy tenía yo la intención de darte las gracias por escribir cada día. Y aunque no pega lo hago. Gracias, Cotta.

Anónimo dijo...

No sé, no me gusta dejar a nadie apartado de nada, como no sea por causa muy grave. Y mucho menos a jóvenes que no alcanzan el nivel esperado, porque, muchas veces, habría que analizar la causa de que no lleguen a él.No todos tienen el mismo nivel social, las mismas facilidades, oportunidades, ni capacidad. Se les exige a todos por igual y parten desde diferentes metas.

Discriminar, como no sea a favor, nunca es bueno y no da buenos resultados nunca.

Me gustaría ver que el sistema de estudio incentiva el interés de los jóvenes por aprender más y les hace apreciar el valor del conocimiento. Ahora, la mayor parte, solo estudian para aprobar y conseguir el título para acceder al siguiente título y éste para poder trabajar, se supone, que más facilmente.

Tienes un blog muy interesante. Saludos. Rosg.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Dyhego, hace usted bien yendo a la cena. Si por alguien merece la pena es asistir a esas cenas es por ellos más que por nosotros. Tomo nota de su consejo: excluir a los que no asisten. Me parece buena solución.

Don Dyhego, ¿de veras usted entiende de grafología? No me diga eso, que le escribo ahora mismo un privadito.

Ridao, tu frase es un aforismo estupendo. Me encantan esas frases que de un plumazo resplandeciente te lo aclaran todo. Gracias.

Lolo, "los partidarios de la libertad siempre tienen razón", decía Tocqueville. Me sumo a tu consejo y ese consejo daré. Gracias a ti por leerme. Para gente como tú escribe uno.

Rosg, coincido contigo en todo, salvo en una cosa: la discriminación, ni siquiera para ayudar al discriminado, nunca es buena. No es que el blog sea interesante. Es que la vida lo es. Un saludo.

Dyhego dijo...

Don EPIFANIO:
¡Que va! Ni entiendo de grafología ni de casi nada. Aplico la lógica.
1 neutonio

elpiyayo dijo...

Hombre, yo "en mis cortas luces", despedirîa a los que se van, es que es de mala educación despedir a una persona dos veces y que no se quiere ir. Así que haceis la fiesta a los que se quieran quedar a repetir como a los borrachos pesados o los echais a patadas o os compadeceis, bueno, peor, os compadecereis vosotros.
Me supongo yo, que alguno no se fiaría de ir a esa "fiestecilla", tanto alumnos como profesores.
Dadle garacias a Dios que hay repetidores, así habrá más "trabajillo"

elpiyayo dijo...

Se me olvidó comentar lo de los coches, el mio es sucio, solo que no se puede fumar ni expeler aires venenosos, esa es mi maxima.
Hombre y no digas que el coche es la prolongación del falo, porque tu no tienes coche pichita

Anónimo dijo...

En algunos casos la discriminacion positiva puede resultar necesaria, no digo que sea buena, pero puede ser útil cuando la injusticia y la discriminación negativa ha sido grave y endémica.

Como tú, preferiría que esto no sucediera y que existiera la Justicia verdadera. Pero ya sabemos que no es así, por eso a veces es necesario, tristemente, ayudar un poco a los que nunca han tenido nada.

Anónimo dijo...

Creo que, en principio, la fiesta debe de ser para todos. Aunque habría que considerar si no se les humilla a los que han suspendido al invitarlos. Por un lado está el no excluir a los chavales y por otro el ver si pueden sentirse inferiores a sus compañeros que sí han aprobado. Aunque bueno, si no se les invita, se les humilla igual, aunque de manera directa. Y a veces esta manera directa de humillar hace menos daño que la otra, solapada y sutil.

No obstante, se puede invitar a los chavales que no han superado el curso en Mayo, y decirles que se les invita porque se espera de ellos que superen el curso en Septiembre. Así de paso se les anima, se les estimula y se deposita confianza en ellos. Cuando alguien deposita confianza en nosotros, si sentimos que esa confianza es real, nos cuesta mucho trabajo traicionar esa confianza.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Rosg, la verdad es que sigo pensando que la discriminación positiva nunca es buena.

Anónimo, me parece la tuya la opinión más elaborada y creo que la que va más conmigo. Gracias.