En mi casa apenas se ve la televisión, salvo en verano, cuando la casa se me llena de niños y de dibujitos animados del canal Disney (por cierto, aunque está de moda criticar a Disney, ¡tengo tanto que agradecerle!).
El caso es que el otro día fui a una casa donde la tele está siempre encendida, incluso cuando se come. Éramos en la mesa doce o diez personas, con algún niño, y echaban por la tele no sé qué serie infecta y española, donde se decían más palabrotas que artículos, que ya es difícil. Los actores contaban chascarrillos verdes y marrones donde las palabras "mierda", "peo", "condón", "maricón", "jodido" sonaban más fuertes que ninguna. Y ninguno de los comensales parecía darse cuenta. Yo no pude más y dije algo así como qué vulgaridad. Y aquello no sentó nada bien. Lo que sentaba bien, por lo visto, era oír y ver vulgaridades.
Me di cuenta de que la tele produce una enfermedad: la mierdofilia. La enfermedad consiste en que uno se hace adicto a la mierda. Sólo si uno lleva desintoxicado de la tele mucho tiempo se da cuenta de quién está enfermo y quién no.
Cuidado, amigos, con la mierdofilia. Si tenéis tele, sed sus señores: que el dedo no apriete el canal donde brille la mierda, que lo pone todo perdido.
23 comentarios:
Mierdofilia, tal cual, curioso fenómeno digno de estudio.
Diría que es el estadío final de un proceso tipo "La invasión de los Ultracuerpos". Me impactó esa peli..esas chirimoyas extraterrestres, que te invadían durante el sueño..y te robaban el alma..
En vez de una chirimoya por una TV y un programa mierdófilo a diario..hasta el mismísimo Sutherland hubiera sucumbido. Mi pregunta ¿Son reinsertables los ultracuerpos mierdófilos en estadío final?
Saludos
Elena, has descrito muy bien la patología. Yo no podría haberlo hecho mejor. En su fase final, el mierdófilo rompe el capullo y sale eso, un capullo.
Totalmente de acuerdo, tele vulgar y sin ideas.
Como decía Groucho:
"Encuentro la televisión muy educativa. Cada vez que alguien la enciende, me retiro a otra habitación y leo un libro."
Conozco una casa en la que la televisión siempre está tan encendida como ignorada. Absolutamente nadie le hace caso. Tal cual lo cuento. Es una casa donde siempre se habla y nunca irrumpe la televisión para que alguien pida silencio o se ponga a escuchar/ver cualquier horterada o vulgaridad. También tiene su punto eso, a veces parece que es como una venganza hacia el aparatito de las narices.
Un fuerte abrazo, querido Jesús.
Tengo para mí que todos estos programas infames responden a una confabulación, quién sabe si alentada por la derecha más rancia, para que aumentemos la natalidad o la cultura, como decía Groucho. Personalmente, a esta tele de hoy le debo la lectura de grandes clásicos y... otros momentos de inspiración que no le voy a detallar porque usted ya sabe de qué le estoy hablando. Un saludo, Pirra.
¿Hay que dejarlos hozar en la mierda hasta que se conviertan en cerdos de rebaño u obligarlos a pensar para que puedan ser libres? (Nótese la paradoja final)
Primer acto revolucionario: localizar y destruir los repetidores de televisión
Jesús, entonces agradezcamos a la tele el aumento de número de lectores. No hay mal que por bien no venga.
Juanma, es otra manera de despreciarla: que sea como el ruido de la calle, que se oye, pero no se escucha.
Mi querida Pirra, gracias a lo abominable y aburrida que es la tele, un hombre y una mujer la apagan y encienden otra cosa más bonita. Bienaventurado el hombre que viva contigo. Polá filiá.
Reyvindiko, qué tentadora la revolución que propones. Fíjate que muchos llevamos un revolucionario dentro con el que no sabemos qué hacer y, de repente, tú nos das una idea. Eres nuestro líder.
No puedo tirar la primera piedra. Disney permitió que durmieramos la siesta los sábados desde el 98 hasta el 2010, más o menos. Pero el canal ese es muy diferente a las pelis, mucho.
Mis hijos conocen familias de cuatro en las que salen a más de una tele por persona. Y nosotros tenemos amigos que no la tuvieron en su casa y ahora su plasma ocupa medio salón.
Creo que se puede elegir y muchas veces se elije que calle. Desde luego en las comidas. Hoy un telediario es un comprimido ideológico y hay que tener el estómago protegido.
Pero sí, la mierdofilia es adictiva y contagiosa... todos los de mi clase lo ven...
Lolo, un día de estos hablaré de Disney: a mí me hizo exactamente el mismo regalo que te hizo a ti. Pero me refiero a los otros canales. En cuanto a la tele de plasma que ocupa medio salón, si es para ver pelis que ellos mismos eligen y no para sentarse ante el altar a ver lo que le echen, me parece bien.
Don EPIFANIO:
Cualquier día de estos oiremos a los presentadores de los telediarios decir:
- La chochona de la ministra X ha dicho que...
- El pichaloca del minostro X ha dicho que...
- El presidenta del tribunal X ha dicho que la sentencia saldrá cuando a ella le salga del xoxo.
- El presidente X ha dicho que una mierda pa la oposición...
- Y la Welén Stevan mu princesa del pueblo ella pero es más fea la japuta que una diarrea...
Señor, Señor.
10 neutonios lavados con oxiácsion
Curiosamente nos gastamos un dineral en estos aparato para luego no encenderlos o apagarlos rápidamente.
Para mi gusto, mejor que mierdofilia es basurofilia. La televisión es un vertedero maloliente adonde llegan los miserias de la gente...
Un abrazo
Dyhego, ¡este comentario suyo es una entrada estupenda! Y esté usted seguro de que ese día, si no lo remediamos, llegará. Diez neutonios con olor a flores.
Miradme, ya que nos hemos gastado el dinero, usemos la tele para ver buenas pelis.
Totalmente de acuerdo, la tele de hoy en día poquitas cosas se salvan de ser merecedoras de ser vistas.
Un saludo ^^
Dana, bienvenida al club de los antimierdofilia. Ya somos más. Un saludo.
Al principio yo me sentía incomoda cuando la gente se reía de los chistes de la tv, o de algo de alguna serie, ahora ya no, ahora los que parecen incomodarse son los que imitan la gracia de turno y me ven la cara, así como que no me entero. Pero a mí me pasa Jesús que cuando veo la tv, como no me sé los anuncios me quedo con algunos maravillada y no me cansan, es el extrañamiento en estado puro que no ocurriría si la viera a todas horas.
(Cuando he leído el anónimo me he dicho, a esta Pirra la conozco yo...)
Besos, besos radiofónicos.
La televisión tiene un papel encomendado en esta sociedad y lo cumple a la perfección.
¡Que no piensen!
Un abrazo
Blimunda, algunos anuncios son auténticas obras de arte y yo soy el primero en quedarme extasiado, así que ya somos dos. Me refiero a esos programas vomitivos, a esas series groseras y tontas... La publicidad, si no cae en la tontuna, es a veces de lo más artística. Un beso.
No cogé ventaja, si algo funciona bien en ese papel que dices, es la tele, sí señor.
Cuánta razón , Cotta.
Ojalá, Alejandro, además de razón, como dices que tengo, tuviera también el poder de convencer.
Jesús, a mí me pasa algo parecido. Desde que mis hijos empezaron a ver dibujos, en mi casa no se ve otra cosa y, la verdad, soy una persona mucho más feliz.Saludos
Alea, ¡eso es magnífico! Habéis salido ganando tú y tus hijos, y la tele perdiendo, como tiene que ser. Un saludo.
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