"Todos tenemos el mismo número de antepasados", decía Séneca, y por eso todos somos aristócratas y de rancio abolengo. Tener títulos nobiliarios, un castillo en herencia y un árbol genealógico que se remonta a la Edad Media no añade bondad a la persona, sino que tan sólo la adorna con una carga histórica de la que es muy difícil ser digno. En efecto, un Grande de España no puede ir por ahí esnifando coca ni robando en El Corte Inglés. Si lo hace, está proclamando a gritos lo absurdo es que lo llamemos Grande.
La verdadera aristocracia no está en la sangre, sino en la conducta, en las maneras y en la actitud. Por ejemplo, el chico que me trae la fruta a casa tiene aires de príncipe y sonríe con gracia y elegancia. Y el negro del semáforo, el que me vende los rosarios, es en realidad un rey del Camerún (por cierto, ya sé cómo se llama: Patricio).
A mí me encanta otorgar títulos a la gente. Un amigo mío es consejero áulico; otro, confidente del rey; una mujer que me quiere bien es Casandra, la hija del rey de Troya... Y esos títulos se los han ganado con su bondad, su simpatía, su valentía y su generosidad, las cuatro virtudes en que consiste la verdadera aristocracia.
Hacedme caso: otorgad títulos nobiliarios a vuestros amigos. Se los merecen.
Y felicidades a todas las Teresas.
54 comentarios:
A mi me haría mucha ilusión ser "Kaimakán de los eriales" o en su defecto "Prócer de nostalgias " o algo así; en cuanto puedas si te apetece me nombras algo que yo encantado.
lo de "El cabrón ese" ya esta en uso, eh.
Gracias, Jesús,
por el título nobilario.
Un abrazo.
Qué bueno,Jesús. Por cierto, ¿se pueden usar nobles no clásicos? Es que a más de una le daría el título de Lady Macbeth.
Un abrazo.
Ya decía Cyrano que llevaba la elegancia puesta en el alma (más o menos).
Un fuerte abrazo.
Ignacio, por el poder que el poder que tú me has dado me confiere, te nombro Kaimakán de los eriales de todo el universo. Serán tus atributos un báculo de caminante que tendrá la virtud de abrir la roca para que manen fuentes para el sediento. Ex corde, un compañero bloguero.
Ramón, tú eres el Faraón de las Flores, el Real Catador de Doncellas y el Confidente del Rey.
Fernando, tú desde siempre has tenido el poder de dar los títulos nobiliarios que quieras a quien quieras. Si te cuadra titularla Lady Macbeth, es porque se lo merece. Un abrazo.
Juanma, Cyrano sí que era un aristócrata. Y además poeta. Un abrazo.
Excelentísimo, Magnífico, Serenísimo, Gracioso, Ilustrísimo, Reverendísimo,Monseñor, Don Epifanio Cotta:
(un segundo, que retome resuello)
A mí me gustaría ser Caballero Yedi (nada de yedai).
10 neutonios con láser
Don Dyhego, por la energía cósmica que ahora mismo se está concentrando en mi mano, te nombro CABALLERO YEDI DE TODAS LAS GALAXIAS, para que salves a las princesas de los malos y de la coca, para que atravieses con tu láser el vientre con escamas de los dragones mataniños y para que ligues un montón. Y para que conste firma con mil neutonios Jesús Cotta.
¡ah, Condefauniso de Canora, bastardo de Príapo!...
pensastes que me engañaría tu estirpe republicana...
la inmaculada chorrera que irradiaba de tu pecho te delató tras atiborrarnos a sandía...
vive Dios que habrás de superar ante los ojos este que te reta... a la prueba del bacalao en aceite... ¡la celulosa servilleta nunca engaña!...
Como decía Maeztu el honor es la bisectriz que separa dos mundos: a a un lado los utilitarioa y los villanos. Al otro los caballeros.
En cuestiones de nobleza no hay más verdad que ésta. Y cada uno sabe donde está su sitio.
Vale.
Me encanta la idea, te la tomo prestada!
(por cierto, cambiando de tercio: tu blog envia el RSS cortado, hecho harto incómodo para quienes te leemos desde un lector de feeds. SUPLICO intente corregirlo)
El comentario de arriba va suscrito por El Kaimakan de los Eriales, Luz de los hombres próbidos, Guía de las mujeres descarriadas y buen tio en general.
Si yo pudiera Jesús, te nombraría Señor de las metáforas y de las imágenes, aunque no hace falta que yo pueda porque ya lo haces tú muy bien sólo.
Y a mi Siete Soles lo nombro portador personal del grillo que compartimos a medias para que no deje de chirriarnos en la sangre, teniendo en cuenta que la imagen del grillo es tuya,claro, que por eso eres el Señor de las metáforas y las imágenes.
Hoy besos y versos.
Ah, Eresmicruz, sólo el Maestre Sevillano de la Posmodernidad, el Centauro de Saetas Encendidas, el Archirretorcedor de Tuercas Difíciles, podría haber descubierto mi verdadero ser. Acepto el reto del bacalao en aceite, a condición de que las armas sean corazones de sandía.
Gómez de Lesaca, este comentario suyo me recuerda algo que no sé si alguna vez le dije, pero que me gusta mucho. Decía Luis Rosales que la historia de España había sido la guerra entre hidalgos y pícaros. Vale.
Arati, la idea es para el mundo, y para eso la he publicado. En cuanto a su sugerencia, le preguntaré a un hermano mío experto, porque no tengo ni idea de lo que es. Lo arreglaré. Gracias.
Ignacio, no sé cuáles las prerrogativas del gran Kaimakán de los eriales, pero si es el guía de las descarriadas, tiene muchísima suerte. Y si encima es buen tío en general, va más que servido. Un abrazo.
Blimunda, acepto el título, pero a condición de que le envíes mi aprecio y simpatía a Siete Soles. Una persona a la que llamas así debe ser más que un sol. Besos.
Me apunto a los nombramientos, Principito. De la Muy Noble Casa de Andalucía, por supuesto. Con Grandeza del Humor y lo Sencillo.
D. Jesus, me permití la osadía de llamarle Maestro hace tiempo. Ahora me doy cuenta que me quedé corto. Pero para mí seras siempre Jesus Cotta, Maestro. Creo que es un peaso título nobiliario.
Una reverencia.
Lolo, Amazona de las Estepas en busca de Flores, gracias por el título de Principito. Intentaré ser digno de él.
Naranjito, reconozco que me halaga mogollón que me llames maestro. Es un honor para mí.
Perdón Mestro, ¿podrías buscar en los libros de registro de la aristocracia de verdad si está disponible el de Conde-duque de los Azahares? Es que me hace ilusión.
Un estrechón de manos.
Los cristianos somos nobles por el bautismo, dijo Quevedo.
Naranjito, tendría que consultarlo, pero desde luego en Internet no figura ningún Conde Duque los Azahares. Así que tuyo es el título y para tus herederos hasta el fin de los tiempos.
José María, qué frase tan hermosa, tan noble y tan grande. Gracias.
Pues entre el bautismo y unas cosas y otras (por ejemplo, que soy amiga de la duquesa -o condesa, no lo sé- de Osuna), mira, se puede sentir una como una probable princesa... lo cual es una agradable variación porque hace unos días me sentía talmente un pirata con garfio;-)
Me voy a hacer una lista mañana por la mañana para repartir mis títulos entre mis amigos. Sí, la cafetería de mañana no verá poemas ni cosas de esas, sino títulos nobiliarios. Será usted conveniente y discretamente informado de cuál se le otorga, pero será de los chulos, palabrita del niño Jesús.
Gracias maestro Cotta por el trato que vuecencia ha dignado dirigirme.
Por favor no pare de regalar a sus humildes seguidores, con su inteligencia.
Saludos.
Yo soy el Conde la los Conejos...¿Por qué será...?
Un abrazo, querido Jesús
Yo más que títulos me dedico a dar premios, pero vamos, que me quedo con cualquiera que te sobre. Te advierto que soy de los Ridao de toda la vida.
Otra cosa: creo que el tal Séneca se equivoca. Todos no tenemos el mismo número de antepasados. Piensa, por ejemplo, en una tribu donde la edad media para tener hijos es de 17 años, y otra donde es 34. Los miembros de la primera tribu tendrían aproximadamente el doble de antepasados que los de la primera (para la sucesión entre primogénitos sería de exactamente el doble). Si tienes confianza con él pégale un toque para que corrija su error.
Muy buena la entrada, un abrazo.
Con esta su entrada,no he podido evitar rememorar aquesta otra que así ha de leerse:"Qué queréis conde cagamos con los moros cagarramos. Cagaleras los lleveis.Mirad conde como obrais.Yo sé lo cago y cago bien.Señor conde asustado meais."No me queda más que desearos buenas noches señor conde de Cotta,una humilde vasalla y fiel lectora
Olga, estoy en ascuas. Tú eres para mí una Princesa Amazona de las Estepas, capaz de entregar su corazón por una galopada.
Siete Soles, es un honor su visita. Siga usted brillando mucho. Ex corde, Jesús.
Julio, tú eres un Grande de España. Conejos cazas los que quieras. A ver si convidas. Un abrazo, amigo.
Ridao, se lo diré de tu parte. Por el poder que me confieres, te nombro Capitán General de los barcos de todas las Lisboas, y, cuando estés en la Corte, se te concederá el honor de sacar premio a todos los apellidos de los condes y condesas de la vieja Europa. Recibe mi abrazo, amigo.
Ya se que llego un poquito tarde a éste reparto de títulos nobiliarios... pero yo tambien quiero uno:
Porfa
Porfa
Porfa
Porfa
Porfa...
Mujer prevenida, Virreina de las Perlas del Caribe, con el privilegio de poder regalarlas a quien se te antoje. Un beso.
Excelentísimo rey de los pájaros errantes: ayer mismo, en los alrdedores de mi pueblo, Montellano, y mientras comentábamos su entrada, pasamos por las cercanías del castillo de Cote, una torre vigía muy hermosa. Mi mujer, fiel seguidora de este blog, al divisar la torre, dijo, "Mira, el castillo de Cotta". Así que no sólo es usted noble, sino que, para nosotros, ya es hasta el dueño de un hermoso castillo.
Un abrazo.
Juan Antonio, me encanta ser rey de los pájaros errantes en el castillo de Cotta. Y con el poder que me confiere el título que me habéis otorgado los dos, yo os nombro Reyes de todas las Princesas de todas las Españas. Recibid mi abrazo.
Su generosidad, original donde las haya, nos hace mejores, alteza. "Bondad, simpatía, valentía y generosidad", acabo de caer en que todas las personas a mi alrededor, a las que quiero, son nobles por derecho! Y al verlo, quiero serlo yo también..seré merecedora??
Elena, por las cuatro virtudes de nobleza que posees por méritos propios, te proclamo Gran Atenea de las Europas. Y un beso.
El Kaimakan de los Eriales, Luz de los hombres próbidos, Guía de las mujeres descarriadas y buen tio en general, deja abierta la posibilidad de abrir embajadas u sedes diplomáticas con el resto de miembros de la noblesidad.
Gran Kaimakán de los Eriales, qué compleja es la diplomacia. Ahora no sólo tenemos que sabernos los títulos unos de otros, sino que abres la posiblilidad de los consulados, embajadas y demás. Por lo pronto, tiene usted licencia para abrir aquí una embajada, que hay mucho erial y mujer descarriada necesitada de tíos buenos en general.
Un abrazo, querido Conde Duque del ingenio literario.
Alejandro, qué más quisiera yo que ser eso. Pero tú eres el Príncipe de Sevilla, por la apostura, la altura y la elegancia.
OH¡...se olvidó de esta humilde vasalla.Pero no se preocupe hasta en las mejores familias ocurren esos despistes.Era una tontería ,pero me hacía ilusión.:(
Pues mira, me ha encantado esta idea y me parece un estupendo ejercicio de bondad y generosidad, cuanto menos. No estaría nada mal que de ahora en adelante pasáramos mas tiempo buscando maravillas en nuestros amigos, en vez de pensar en política, crisis y demás angustias de nuestros días.
Te felicito de corazón.
Un abrazo
Anónimo E, ¡se me había pasado tu comentario y ahora lo leo y me troncho de risa! Perdona. Me queda aún algún título por dar y lo estaba reservando. Por el gran honor que me otorga ser leído por Anónimo E, la nombro Señora de Todas las Fuentes de la República Poética de Canora, lo que le da potestad para hospedar en su palacio, situado en el centro de la isla, a cuantos poetas y piratas de buen corazón lleguen a la isla. Recibe mi saludo.
Mery, a ver si me aplico el cuento yo, que soy el primero en agobiarme con las crisis y los problemas. Menos mal que tenemos amigos, sí. Un beso.
¡Joder! Una vez que se reparte algo graciosamente en el blog y llego cuando todo está acabado.
Bueno, otra vez será
Saludos.
No cogé ventaja, nos queda por aquí el título de Maestre de la Real Orden Nazarena de la Gran Pasión de Todas las Sevillas.
No cogé ventaja, nos queda por aquí el título de Maestre de la Real Orden Nazarena de la Gran Pasión de Todas las Sevillas.
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