El otro día le dije a mi hermano Alfonso que yo rezaba por que nuestra madre muriese tarde y bien. A él eso le pareció poco, porque él rezaba por que no muriera. Y creo que, aun cuando no rezáramos por ella, no va a morir. Los que aman mucho no mueren, pero no porque dejen aquí un grato recuerdo, que también, sino porque el amor los salva para siempre.
El amor es más poderoso que la muerte.
El amor que has dado te salva para siempre, porque es lo único que te podrás llevar hasta allí.
El amor son las alas de la salvación.
Las alas de las madres son tan grandes que no caben en el mundo. Son lo más parecido a Dios que hay aquí.
Gracias, madres.
8 comentarios:
Y como el amor de una madre no hay nada. Que os dure mucho tiempo la vuestra y, sí, es cierto que más allá de la vida el amor perdura. Lo digo por experiencia propia.
Saludos
Emocionante entrada Jesús...di que sí, madre no hay más que una.Un saludo.
"Las personas a las que de verdad se ama no mueren ...simplemente se van antes" Stuparich en su libro "La Isla" (muy recomendable para hijos que de verdad quieren a sus padres)
Antonio
Anónimo, ojalá yo pueda tener como tú esa experiencia. Gracias.
Álvaro, es muy fácil emocionar hablando de las madres. Recibe tú también mi saludo.
Antonio, precisamente estoy buscando libros para leer este verano. Entiendo que me recomiendas este. Lo voy a comprar y ya te diré. Un abrazo.
Me sumo a su homenaje, don Epifanio.
25 neutonios.
Dyhego, ya somos más poniendo flores en las manos de las madres. 25 neutonios.
Si no mueren los que aman mucho, la mía no morirá tampoco.
Lolo, la tuya y la mía tienen aún muchas cosas que celebrar aquí.
Publicar un comentario