martes, 3 de junio de 2014

Un lastre menos

El gimnasio ha cumplido su función: ayudarme a dejar el tabaco. Ahora era ya un lastre del que me he librado. Cada vez que me encerraba en las cuatro paredes del gimnasio, me apetecía más correr a la intemperie, bajo el sol y los árboles, donde no hubiera máquinas sino cuestas, donde no hubiera sauna, sino playa.

Quizá dentro de un año me entre de nuevo el mono del gimnasio, pero ahora lo que deseo es correr por la calle, cuando haya poca gente. Nunca me ha gustado sudar en público.

Si las máquinas del gimnasio estuvieran conectadas a unos generadores de cedros en el desierto o, qué sé yo, a un insuflador de energía para gente deprimida, de veras que pagaría las cuotas mensualmente.

Ahora, meteré también el dinero de la cuota en la hucha del tabaco. Si en un año me he pagado un hotel en Roma durante cuatro días para cuatro personas, ahora pagaré... aún ando eligiendo el lugar del mundo. Pero creo que tendrá playas solitarias.


7 comentarios:

Dyhego dijo...

Don Epifanio:
Me alegra saber que se ha quitado usted de fumar. No baje usted la guardia nunca. Es posible que cíclicamente note deseos de fumar, pero cada vez se espaciarán más en el tiempo y durará menos la tentación.
¡Ánimo!
25 neutonios gimnásticos.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Don Dyhego, de ex fumador a ex fumador, gracias por los ánimos.

Granito dijo...

¡Bien!, exclamo apagando el pu..o pitillo...

Un abrazo, te sigo leyendo, siempre.
Pedro

Jesús Cotta Lobato dijo...

Pedro, te honra fumar y celebrar que otros lo dejen. Eso se llama magnanimidad y no abunda. Gracias.

lolo dijo...

Cuantísimo me alegro. Por despedirte del gimnasio. Y por el tabaco más. Mucho más.
Enhorabuena. Ahora a respirar.

Rosna dijo...

Cada cosa usted va dejando en su justo momento .... Me alegra sobremanera sus logros , el ejercicio al aire libre , respirando a su antojo es maravilloso , me encanta andar en bici , hacer senderismo me llena de energìa . Anìmese a llegar a otras playas ... otras islas .... y escriba su mejor poema ...

Que el amor lo respire siempre

Anónimo dijo...

No ceje usted en su empeño. Me anima usted a seguir sin fumar