Cuando la persona en cuestión leyó lo de pelícana púgil, me dijo en un tono que era, por increíble que parezca, de agradecimiento y recriminación: "Pero, Jesús, ¿qué te he hecho para que me llames pelícana púgil?".
Y entonces se me cayeron de los ojos unas como escamas y me di cuenta de que todo lo que uno escribe lo tiene que leer antes otra persona que sea amiga tuya, pero que ame más aún a la poesía.
Pues, eso, ¡tened amigos que os lean cuando aún hay tiempo!
Pues, eso, ¡tened amigos que os lean cuando aún hay tiempo!
4 comentarios:
Don Epifanio:
hay figuras literarias que se escapan a nuestro control y pueden ser interpretadas de forma totalmente opuesta.
Sí, quizás sea buena idea consultar con alguien.
25 neutonios.
Don Dyhego, no dude usted en avisarme cuando veo que desbarro. Mis poéticos neutonios
Por eso tengo el privilegio de contar con tu atenta lectura.
El privilegio es mutuo. Ex corde, frater tuus
Publicar un comentario