Ir pisando huevos e ir pisándose los huevos.
Las dos significan lo mismo: proceder de modo exasperantemente lento. Pero la primera no tiene sal gorda y la segunda sí.
Me da por pensar que la originaria es la primera y que, solo una vez que esta se popularizó, la malicia popular le añadió el "se" y el "los". ¡Hay que ver lo que hace un pronombre y un artículo determinado!
El pronombre convierte la acción en reflexiva y el artículo convierte el complemento directo en una parte del cuerpo. Total, que aunque ambas expresiones se usan para señalar la lentitud (o al menos, esa es mi impresión), la causa de la lentitud es en ambos casos distinta.
Otras veces, los atributos masculinos, allí donde se apela a ellos, trastocan la sintaxis. ¡Tanto poderío tienen!
Por ejemplo, el verbo "tener" es el más transitivo del mundo. Ha nacido para tener un complemento directo. Pero cuando alguien pincha a otro para que acepte un reto y le dice "¿A que no tienes?", el verbo tener se permite el lujo de omitir el complemento directo porque a buen entendedor pocas palabras bastan.
Por último, los dos diminutivos más habituales de "huevo" son "huevito" y "huevecillo". Pero no son exactamente sinónimos.
Atención: ejercicio. Ponga "huevito" o "huevecillo" según corresponda:
a) Manolito, ¿tienes hambre? ¿Te frío un.......?
b) Manolito, ayúdame a limpiar la casa, por favor, que llevas todo el día tocándote los........
1 comentario:
¡Me encanta la explicación, don Epifanio!
¡Para que digan que la sintaxis, la morfología o la semántica no sirven para nada!
25 neutonios.
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