jueves, 28 de enero de 2021

Homero y lo primero que haré cuando me muera

 Ayer, explicando a mis alumnos el episodio de Ulises y las sirenas, me di cuenta de que aliño la historia con datos que Homero no aporta, y me ha entrado el escrúpulo de que estoy grabando en sus corazones impresionables invenciones mías haciéndolas pasar por homéricas (luego me he tranquilizado pensando que, total, como luego van a tener leer el episodio en Homero mismo, se les quedará la versión oficial). Pero es que Homero nos pone tan fácil añadir detalles de nuestra propia cosecha...

Por ejemplo, les digo que Ulises nunca en su vida olvidó el cautivador canto de las sirenas y que cuando cerraba los ojos para descansar lo atormentaban aquellas voces en el fondo de su corazón y anhelaba más que nada en el mundo volver a oírlas.

Una de las primeras cosas que quiero hacer cuando me muera es, aparte de pilotar algún cometa, es visitar a Homero. Supongo que estará en los Campos Elíseos o en la Isla de los Bienaventurados, conversando con Virgilio, Garcilaso y Camoens. Allí me presentaré a mostrarle mis respetos. Ojalá él no me tenga en cuenta mis invenciones sino que me ponga la mano en la calva y me bendiga y me deje sentarme a un lado mientras oigo a los grandes departir en los prados perdurables.

4 comentarios:

Nyx dijo...

Ojalá sí las tenga en cuenta, pero para bien. ¿Qué leyendas escucharía el propio Homero, qué relatos alentarían su imaginación? ¿Cuanto les añadiría de su propia inventiva? Seguro que está de acuerdo con ese hermoso epílogo que le da a su historia cuando se la cuenta a sus alumnos.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Gracias, Nix, nos sentaremos los dos a su lado, y acaso, cuando cuente su historia, habrá añadido ya nuestros detalles. Seguro que sí. A usted también le presento mis respetos.

Dyhego dijo...

Don Epifanio:
cuando uno se mete tanto en la historia, casi que se permite añadir detalles. Eso es lo bueno de la literatura y de la imaginación.
Sería bonito que hubiese un más allá donde encontrar a gente interesante.
Salu2 inmortales.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Don Diego, esa es mi esperanza. Conoceremos a Virgilio, Dante y Garcilaso. Y a Ronsard. 25 neutonios proféticos