domingo, 4 de diciembre de 2022

Coplas a la muerte de mi tío abuelo Antonio Vargas Martín

Naciste para la espiga, 
para la madre y la novia, 
para morir entre nietos, 
con tu camisa de boda. 

Cuando ibas a la ermita, 
te quitabas el sombrero. 
Y en la fiesta de la siega, 
te regalaron un beso. 

Pero comenzó la guerra. 
Te quitaron el violín, 
te vistieron de soldado 
y te dieron un fusil. 

Tu ángel se batió entonces 
con el ángel de la muerte. 
Te mató una bala azul 
aunque eras transparente. 

Y nadie rezó en tu oído. 
Nadie conoce tu foso. 
Toda la tierra es tu tumba 
y todo el cielo tus ojos.

 (de Menos la luna y yo, Jesús Cotta)

1 comentario:

Dyhego dijo...

Don Epifanio:
un poema muy sentido y emotivo.
¡Qué pena que tuviera que morir así!
Muy bonito.
25 neutonios antibelicosos.