Un poema mío de cuando yo era más joven.
Amor me sabe a poco; convendría
buscar otra palabra más hiriente,
por ejemplo, terror, puñal, serpiente
o he visto a Dios cuando Él no me veía.
Con la palabra amor yo no sabría
explicarte qué pienso ni qué siente
mi corazón en llamas cuando, afluente
del tuyo, se desborda y se vacía.
Amor me suena a poses y a armonía,
pero lo que yo siento es como un río
que huele a noche y nace del exceso.
¿Cómo llamar amor a la agonía?
Y, sin embargo, amor, con ser tan mío,
no encuentro otra palabra para eso.
(A merced de los pájaros, Isla de Siltolá, 2009)
2 comentarios:
Don Epifanio:
¡no tomarás el nombre del amor en vano!
No hay que desgastar esa palabra tan bonita.
25 neutonios fraternales.
DOn Diego, ¡eso es lo que yo quería decir! 25 neutonios sonetiles
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