martes, 8 de julio de 2008

El siderito

Violeta nació el mismo día en que el cometa Granados, en su periplo de cada medio siglo, dejó caer en La Mancha un meteorito con cien quilos de hierro. Desde entonces, a su pesar Violeta ha ido ganando dos quilos por año y hoy, cuando cumple cincuenta años, pesa cien quilos y, claro, el cometa reaparecerá esta noche y será visible en Despeñaperros.
Violeta ha elegido en Despeñaperros su abismo favorito y escruta el cielo con un telescopio, mientras oye en la radio el canal de astronomía. En su bolsillo lleva su cuaderno de razones para vivir, que son tan sólo tres: su canario, que se escapó de la jaula el año pasado; su otro canario (éste de la especie homo sapiens), que la abandonó por otra después del canario; y los zumos de naranja. Pero ¿va a seguir viviendo sólo por los zumos de naranja? No. No quiere llegar a los cien años ni a los doscientos quilos. Así que en cuanto el Granados sea visible en la noche, Despeñaperros recibirá un meteorito humano de cien quilos.
Pero el cometa no reaparece. Al rayar el alba, una tenue lluvia de estrellas bengalea por el horizonte.
-Queridos astroaficionados –dice el locutor de la radio-. El cometa Granados ha muerto. No va a acudir a su cita. Puede haber sido atrapado por la órbita de Júpiter, como se temía, o bien se ha deshecho del todo en contacto con la atmósfera o a lo mejor ha pasado de lejos y no lo volveremos a ver hasta dentro de otros cincuenta años. En cuanto al cometa Watanabe...
Violeta apaga la radio, cierra el telescopio y abre su cuaderno para escribir como mínimo tres razones más para vivir que le duren al menos otros cincuenta años. Y le está costando trabajo encontrarlas.
Así que mejor la dejamos tranquila para que las escriba.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué tierna historia...

Desde aquí le mando algún consejo a "Violeta".
Lo primero que, poder pensar en tres razones para vivir, puede ser ya una de ellas. Otra quizá sea, la posibilidad de, en otros cincuenta años, descubrir exactamente cuáles son esas razones.
El no saber razones no es lo mismo que no tenerlas. Que no se rinda.

Un saludo.

José María JURADO dijo...

Hola, Jesús, intento recordar de memoria el mensaje que te puse esta mañana, porque o bien no te ha llegado o se lo ha tragado el meteorito Watanabe, creo que esta historia tiene el aire sencillo de las magias de Bioy y las historias menos kafkians y naïfs de Buzatti, por ejemplo cuando dices:

"escruta el cielo con un telescopio, mientras oye en la radio el canal de astronomía"

lo dices con una naturalidad y rapidez que resulta verdadero, cuando no es costumbre lo de los telescopios y no hay canales de astronomía ¿o sí?

Qué bueno conocerte ¿te enlazo como poeta o como cuentista?

¿Qué es un cuento sin su núcleo de poesía?

Un abrazo
www.jmjurado.org

Jesús Cotta Lobato dijo...

Querido doctor Bito: como ya le has dado dos razones, ya sólo le queda una. Eres un maestro diciendo mucho en pocas palabras: no es lo mismo no saber razones que no tenerlas. Me ha enternecido tu preocupación por Violeta. Gracias

Jesús Cotta Lobato dijo...

Querido José María: para mí fue también un placer conocerte. No había caído yo en la cuenta de esas frases que destacas. El núcleo de poesía quizá sea mi simpatía por esa tal Violeta. Por otra parte, empecé como poeta y he acabado como escritor. Un abrazo

Anónimo dijo...

Pues, para mí y Zapatero, Violeta tiene derecho a una muerte digna, usease: cogerla con cinta americana a un cohete bien gordo para que de el chupinazo en una feria importante como la de Málaga, por ejemplo, y redima a los que miran para arriba con una gota de su sangre.
Vale

Anónimo dijo...

"dé el chupinazo", perdón.
Lo de ir yo delante de Zapatero no es un error.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Pues sí, es una lástima que empiece a sonar solidario ayudar a la gente a morir y a suicidarse. Ahora la solidaridad es letal, consiste en ayudar a morir.

Sansón Carrasco dijo...

¡Qué historia más bonita! La quiero mía.