viernes, 18 de julio de 2008

Ommmm

Me ha llegado un correo informándome de una maestra metafísica o anímica (no recuerdo bien) que realiza una lectura del alma según el Tíbet. Si te citas con ella, esta señora te lee el alma, te dice qué fuiste en el pasado, cuáles son tus fobias y tus filias, por qué hay sucesos que pasan en tu vida con mucha frecuencia y ¡todo eso por mucho menos que un año de psicoanálisis!
Me pregunto qué dirían todos los que creen en ese tipo de cosas si yo les enviara un correo invitándolos al Monasterio de Silos a recogerse interiormente, a rezar, a darse cuenta de lo mucho que pensamos en nosotros mismos, a estar más pendiente de los demás... Me dirían que soy un carca supersticioso.

2 comentarios:

Yo misma dijo...

Es lo que tiene este tipo de cosas, que aparta las otras opciones. Para encontrarse con uno/a mismo/a cualquier excusa vale. Un retiro apartado del "mundanal ruido" o una persona que lea en ti lo que ni tú puedes.Como la primera opción es algo arriesgada ( entrar en contacto con nuestro yo da muuuuchos problemas que desembocan en crisis), hay quienes van a por la segunda, que descentra el problema y visto desde fuera ¡no es ni tuyo!. En fin, que hay tantos gustos como personas. Yo descarto ambas y quedo conmigo misma para tomar un café, me divierto más y parloteo acerca de mí misma con una soltura que ni me lo creo.Un consejo: Ser solo condescendiente contigo misma.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Querida yomisma: a ver si consigo aplicarme ese consejo, pero me temo que uno sólo puede ser realmente condescendiente consigo mismo si también lo es con los otros. Por lo demás, admiro esa capacidad tuya para solucionar a solas problemas que otros sólo sabemos resolver yendo al psicólogo, atormentanto a los amigos con charlas o escribiendo libros que luego nadie puede leer. Ex corde, Jesús Cotta