martes, 1 de julio de 2008

Pecados capitales I: soberbia


Tengo un conocido aquejado de múltiples enfermedades. Sospecho que casi todas ellas son de origen psicógeno. El tipo es tan sumamente soberbio y ególatra, que no le perdona a Dios haberlo hecho feo. Se ha hecho ateo no porque el ateísmo le parezca lo más razonable, sino porque, de existir Dios, debería ser él, no Él.

Siempre se lamenta de que en el mundo cultural en que se mueve no se le reconocen sus muchiiiiiiísimos méritos, de lo poco que se queja para lo muchísimo que sufre, de tal o cual afrenta que servidor y otros le hicimos no sabemos cuándo. Un hombre así siempre está enfadado con el mundo y con la gente.

La soberbia no sólo es una manera miope y tonta de ver el mundo. Es sobre todo la madre de muchísimas enfermedades.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Y lo peor de todo es que hay muchos, demasiados, como ese conocido suyo.

La soberbia nos impide ver nuestros propios errores, es el resto del mundo quien se equivoca...

Jesús Cotta Lobato dijo...

Se me olvidó decir que este tipo de gente carece de sentido del humor, porque no saben reírse de sí mismos, tan sólo ridiculizar a los demás. Lamento que también usted los conozca.

Anónimo dijo...

Precisamente es ese ridiculizar lo que les hace fuertes, hacer parecer peor a los demás les hace tener la sensación de que son mejores.

Bueno, trístemente es difícil no conocerlos.