Antes se admiraba a los héroes más que a los genios. Los Trescientos, los caballeros andantes, los mártires, los atletas, las heroínas, las madres abnegadas, los soldados valientes... todos ellos eran admirados y medidos por la gran causa a la que se consagraban y por la que estaban dispuestos a dar la vida. Lo importante no es que fueran bellos o feos, listos o tontos, sino valientes, esforzados y que su sacrificio fuera por el bien de los demás o por una causa noble, bella y justa.
El héroe es admirado en la época en que los valores morales están en la cúspide, pero en las épocas en que esa cúspide la usurpan valores espurios o secundarios como la ideología, la patria, la raza, el Estado o el culto al yo, los héroes dejan de ser admirados y comienzan a ser considerados unos desgraciados o tontos o fanáticos.
En nuestra época hay un valor que está usurpando el puesto a la ética: el culto a la propia personalidad. Los valores morales ya no se definen en mi relación con el otro, sino en mi relación conmigo mismo. Lo importante ya no es ser abnegado, leal al otro, fiel al otro, buen amigo, saber guardar un secreto, sino ser original, auténtico, fiel a uno mismo, espontáneo, interesante, rompedor, transgresor. El yo ha desplazado al tú. Y por eso, desde el siglo diecinueve, el genio, el artista rompedor y bohemio, empieza a ser más admirado que el héroe, porque los que lo admiran ya no quieren ser héroes, sino originales, auténticos y fieles a sí mismos.
21 comentarios:
Magnífica reflexión.
El yo desplaza al tú y así nos va...
Aunque, obviamente, no procede del siglo XIX, nos está haciendo daño la palabreja "guay". Con ella, han llegado también "los guays". Y "los guays", por lo general, desconocen el valor de la lucha honrada, del sacrificio o del esfuerzo.
Para colmo, nos tocaron tiempos necios. El culto al genio sustituye al héroe, bien, pero es que ni siquiera hay genios...
Un abrazo.
Don EPIFANIO:
Me parece muy acertado lo que usted nos cuenta hoy.
Todos los que van de "originales", "transgresores" y "rompedores" son patéticamente previsibles.
Un ejemplo: enseñar los calzoncillos y un poco de culo queda de lo más "transgresor". ¡Pero si eso lo vienen haciendo los albañiles toda la ida! (Sin ánimo de ofender, que mi padre trabajó de albañil).
Hoy van 2 neutonios, de esos de llevar dos calderetas de cemento.
Yo me considero uno de esos que aún siguen admirando a los héroes miarma, y ya si son superhéroes no te digo na, dónde se pongan el hombre araña y el capitán américa...
Un saludasso.
El héroe lo que ha tenido siempre ha sido un buen biógrafo que lo vendiera a la posteridad. Por eso, lo que para algunos son héroes, para otros son villanos, todo depende de la perspectiva desde la que se mire. Vamos a poner algún ejemplo: Hernán Cortés, para muchos desde el lado de acá, un héroe, espejo de virtudes; pero, desde el otro lado del charco, un canalla ambicioso; o los héroes creados por el cine, recuerde la magnífica película de Raoul Walsh, "Murieron con las botas puestas" donde se rendía culto al mito del General Custer, que en realidad fue un militar bastante inepto; o más cercano en el tiempo, ese culto iconográfico a la figura del Ché, personaje con muchísimas aristas y posibilidades de análisis; así que un héroe lo que necesita es una buena agencia de publicidad, ya la dirija Homero, Walter Scott, John Ford o Louis David. Sinceramente prefiero los genios, MIguel Ángel, Velázquez, Mozart o el propio Homero.
Lo de Custer no sé, pero lo de Cortés no es relativo. Lo que hizo fue heroico, otra cosa es que ni se lo parezca a los vencidos o van de perdedores, porque les interesa tener un enemigo al que señalar. Hay que fijarse en quién aplaude al héroe. Si el sabio calla, malo. Si el necio aplude, peor.
Muchos artistas pintaron o escribieron sobre los héroes. Algunos lo fueron además, como Cervantes. Hoy no es posible esa convivencia por la falta de los segundos.
Siempre me gustó que Carlyle -ese nazi que dirían otros- incluyese a los genios entre los héroes, porque lo son: por ejemplo Shakespeare, por ejemplo Dante.
Buena reflexión
Jesús, en realidad el yo está bien, pero cuando todo gira en torno al yo mismo, uno se cansa de otredad y necesita el aire fresquito del otro.
Juanma, no se me había ocurrido, ahora tampoco recuerdo ningún genio vivo.
Don Dyhego, su comentario tiene mucha miga y mucha gracia. Los transgresores eran los albañiles, no los chicos que enseñan ahora los calzoncillos.
Moe, yo soy también de los que flipan con los superhéroes: la fuerza y la belleza al servicio del bien. ¡Qué bonito! Otro saludasso.
Ranzzionger, es cierto que algunos héroes han tenido buenos biógrafos, pero eso no les resta méritos, sino que tan sólo los manifiesta.Héctor y Aquiles, enemigos biografiados por Homero, fueron grandes y magníficos, por muchos daños que el uno ocasionara a los griegos y el otro a los troyanos respectivamente. Quizá el problema de una entrada tan corta como ésta es que tengo que sacrificar los matices: no desprecio a Homero y a Leonardo, sino que los pongo detrás de Juana de Arco y de Sócrates.
Reyvindiko, se me había olvidado eso, que hay héroes que a la vez fueron genios. En cuanto a Cortés, quiero pensar que aunque los indios lo recuerden con desagrado, lo que hizo sigue siendo grande.
José María, al ver tu nombre he recordado una frase que dijo Nosequién: los únicos héroes que nos quedan son los toreros.
Un abrazo a todos.
A los héroes, casi nadie les aplaude.
Y a cualquiera se le tiene por genio.
Por eso parece que hay muchos genios y pocos héroes.
Lolo, te han salido dos buenos aforismos.
Eso no está mal, asi se entiende que Beleén esteban la conozca toda España y a Rosalia de Castro solo su familia.
Las mujeres les gusta hombres castigadores como Lekio, Cerolo y Mariñas, perdón si me dejo alguno sin nombrar, son tantos.
En resumen prefiero a Jesulín que a Sanchez Dragó, prefiero a Belenes y Malenis que a los floreros de la Moncloa, eceptuando a la Pajín, esa me encanta, tiene boca y mirada de hacer gala de su nombre.
Como siempre...me encantan tus entradas!
recuerdas que escribiste sobre lo que reflexionaba un hombre en el baño borracho?
Te dije que iba a escribir algun dia sobre lo que hablamos las mujeres en el baño, y ya está escrito, leelo cuando quieras en mi blog, mil besos Jesús!:)
Pues yo, Piyayo, prefiero a cualquiera antes que a la Pajín. Lo cierto es que tu descripción de ella me ha convencido.
Naida, recuerdo haber leído esa entrada y me gustó mucho. ¡Qué difícil todo para las mujeres! Volveré a visitarte. Muchos besos.
Sigo pensando que todos somos Guerreros del Antifaz.
Sí, Javier, y basta que le cuentes a un niño la historia de un héroe para que te escuche boquiabierto. Los héroes nunca morirán, porque los tenemos dentro y a veces salen en el momento más inesperado.
Fíjate que no había caído en esta percepción tuya.
Quizás haya que volver a tener ojos y corazón de niño, como apuntáis alguno en los comentarios.
Un abrazo
Mery, yo tampoco había caído en la relación entre héroes y niños hasta que leí estos comentarios. Un beso.
Héroe , mi padre , heroína mi madre siempre fueron ellos mismos ,firmes ,libres y auténticos .
Tod@s llevamos un héroe / heroína dentro ..
Héroe ... el que no acepta la corrupción
Héroe ... el habla sin miedo
Héroe ... el que desprecia la fama
Héroe ... el que se levanta cada mañana y sale a su trabajo ,intentando hacer lo mejor posible .
Esos son mis héroes , gente común que lucha .
Un abrazo muy fuerte
Rosna
Rosna, esos héroes tuyos también son los mios. Gracias por recordármelo. Muchas veces se me va la cabeza a las nubes y no me acuerdo de los hérores reales de cada día.
Jesús, que buena reflexión, y sin embargo aún los héroes siguen despertando pasiones, creo que hay algo en el ser humano que lo impulsa hacia la heroicidad entendida como sacrificio por otros, ¿tendencias opuestas y comportamiento pendular?
Un abrazo
Capitán, yo también creo que ese impulso heroico existe. Por eso los niños admiran a los héroes más que a los genios. Un abrazo.
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