martes, 17 de noviembre de 2015

Justo lo contrario

Entre mis amigos, allegados y familiares cuento con personas muy queridas que, sin excepción,en el Estado Islámico serían condenadas a muerte o relegadas a una segunda categoría por impuras, blasfemas, apóstatas y pecadoras. Para empezar casi todos son cristianos o ateos (a ambos grupos los odia el Estado Islámico) y, para colmo, entre ellos, oh atrevimiento, hay mujeres sin velo y empresarias, dos carniceros que venden el mejor cerdo ibérico del mundo, una bodeguera y amigos del vino, músicos alegres y despreocupados y, lo que es el colmo, varios musulmanes que o han apostatado o apuestan por un Islam moderado y desideologizado.

Cuanto menos le gustan al yihadismo los míos, más me gustan a mí y más estoy dispuesto a hacer por defenderlos.

De verdad, qué alivio no coincidir con el Estado Islámico en nada, salvo en que dos más dos son cuatro.




2 comentarios:

Dyhego dijo...

Vaya una lacra, el fanatismo: iluminados y demás ralea.
25 neutonios sensatos, don Epifanio.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Si usted bebe vino, está entre los allegados que hay que defender. 25 neutonios con un brindis.