martes, 10 de noviembre de 2015

La prueba del tatuaje y de la secta

Gracias a Alfredo Valenzuela por la entrevista que me ha hecho sobre el Cometario.

En ella digo, entre otras cosas, que he sometido cada aforismo a dos pruebas antes de darlo a luz: la del tatuaje y la de la secta. "Si una secta adopta un aforismo mío como máxima y deja de ser peligrosa, el aforismo vale la pena; y si un adolescente se lo puede tatuar en el brazo y, cuando sea mayor, se lo puede enseñar con orgullo a su hijo, también".

Al menos, ese ha sido mi propósito.


En el fondo, es otra manera de decir lo que decía Chesterton: "La única educación eterna es esta: estar lo bastante seguro de algo como para enseñárselo a un niño". Uno, en una tarde de copas, puede decir muchas cosas ingeniosas, pero solo valen realmente la pena recordar las que podrías enseñar a tu hijo sin avergonzarte.

1 comentario:

Dyhego dijo...

Tamnbién a mí me ha gustado su Cometario.
25 neutonios cometales, don Epifanio.