He soñado que estaba a mi cargo un recién nacido que no sé si era mío, de unos huéspedes o de unos desconocidos. No estaba claro su origen, pero sí cuánto lo quería yo. Y he aquí que se lo llevaron unos secuestradores (o unos alenígenas o unos ectoplasmas oníricos materializados o unos espíritus inmundos, que eso estaba menos claro aún) a un mundo paralelo e impenetrable que, de pronto, estaba en mi misma habitación. Al principio me separaba de él un cristal esmerilado a través del cual yo advertía allí al fondo un movimiento vertiginoso, pero salí un momento de la habitación y, al volver, ya no estaba el cristal, sino solo mi habitación, como antes.
La única prueba que quedaba de que yo tenía hasta hace poco un niño en brazos era la sensación de haberlo tenido. Llegué a plantearme en el sueño si había sido todo un sueño y me indignaba pensar que todos pondrían en duda mi relato, porque mi única prueba era mi propia sensación de que me había sido arrebatado algo maravilloso. Al final, ni siquiera recordaba qué es lo que me había sido arrebatado.
Me he despertado con angustia y sintiéndome aún despojado.
Esa sensación me es familiar. La conozco desde que tengo memoria. Este sueño no ha hecho sino presentármela de modo narrativo e impactante, pero estoy seguro de que es la misma que les quedó a Adán y Eva cuando fueron arrojados del Edén por aquella espada de fuego.
Soy todo lo feliz que se puede ser en esta vida, pero me falta esa cosa que no sé qué es. Y el sueño me ha hecho ver que tal vez escribo poesía para encontrar el camino al paraíso y volver a tener en mis brazos la maravilla.
4 comentarios:
Esa es la maravilla que atesoro en sus manos ese niño interno , ese ser uno mismo ,un sueño bello que muestra un camino hacia adentro ...Trabajo duro es buscar nuestro interno , mirarnos ...Llegar al autoconocimiento que sabiduría . Su don es ser poeta , expresar en sus letras belleza del corazón y acariciar almas . Siga soñando , abrazando ese niño , usted está en el paraíso ,en su isla soñada ....
Un abrazo a su niño interno
Don Epifanio:
la clave de los sueños la tiene el propio sujeto.
Espero que usted encuentre la llave para desactivar la pesadilla y que se convierta en sueño.
25 neutonios oníricos.
Rosna, qué manera tan delicada y bonita de expresarlo. Seguiré sus consejos. No se preocupe. El niño está ahora jugando en un prado con las flores que usted ha sembrado.
Don Dyhego, creo que, al contar la pesadilla, ya se está convirtiendo en sueño. 25 neutonios soñadores.
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