Me han regalado una brocha de afeitar con pelo de tejón. Es suavísima y reparte la espuma que es un primor. Acostumbrado como estaba a mi antigua brocha de pelo sintético, ésta me parece una joya. Me han dicho que las había con mango de alabastro, pero, total, para el uso que tiene y con lo manazas que soy, no compensa tanto lujo.
Supongo que, si yo fuera riquísimo, incluso el alabastro me parecería poco y acabaría buscando una de amatista con incrustaciones de rubíes, o sea, que me volvería un tipo cateto que se cree que su cutis merece las máximas atenciones. Como debe ser muy difícil ser muy rico y a la vez no estar pendiente sólo de uno mismito, no dejo de admirar a esos ricos, y conozco algunos, que, además de ricos, son generosos.
10 comentarios:
Bella costumbre usar la brocha de afeitar , yo veía a mi abuelo y mi padre parecian disfrutar de un afeitado placentero , como un ritual , el afeitado con brocha decía mi abuelo favorece el corte de la barba y proteje al cutis . Una brocha de pelo de tejón es un magnifico regalo y muy fino .
Aqui y ahora ...y en todas sus mañanas feliz afeitada !!!
BUEN INICIO DE SEMANA PARA TOD@S .
Rosna
Ahhh Cotta san , siii nuestro cuerpo merece todos los cuidados , nuestro cuerpo es un Templo ...
Me gustan las piedras , el amatista me acompaña en unos aritos que me dieron mis padres , dicen que el amatista es la capacidad de sentirse , de conocerse y vislumbrar los entornos de uno , el rubí : fue la sangre , a veces el dolor , en ocacsiones la herida . Las piedras tienen sus poderes o sean símbolos de formas y sentimientos , para mi las piedras sin más son la expresión de un universo multiple e interminable ...
Le envio unos regalitos de la Isla : zafiro azul , es una piedra electropositiva , un pedacito metal de Estaño , representa la justicia y la benevolencia y perfume de Aloe .
Rosna
Yo estoy seguro de que sería un rico muy generoso, por eso es radicalmente injusto que no me tocase el viernes el bote de los euromillones. Con lo bien que lo iba a administrar. Fíjate el arranque que podría tener Canora. En fin, otra semana será.
Rosna, voy a afeitarme. Me han entrado ganas con tu descripción del afeitado. Seguro que, con el deseo que me mandas, salgo renovado de esa afeitada. Gracias por el áloe, el rubí y la amatista. Yo te envío un collar de ámbar.
Juan Antonio, la suerte favorece a los generosos de corazón. Así que sigue intentándolo que, puesto que eres generoso y lo corroboro, te tocará. Un abrazo
Yo también pienso en ellos. Es más difícil que entren en el reino de los cielos que que un camello pase por el ojo de una aguja. Y tienen que vivir con eso.
Saludos dominicales.
Sólo cuando he tenido algo en abundancia, me he dado cuenta de lo que cuesta ser generoso con ello, Olga, y ése es el sentido que les doy a lo del ojo de la aguja: cuanto más tienes, más fácil es quererse uno mismo, quererlo todo para sí y nada para los demás. Saludos dominicales
Pelo de tejón...no lo había oído nunca, pero suena bien, por lo que dices.
Ricos generosos, haberlos haylos.
Yo valoro además otro detalle: que NO hablen de dinero. No hay nada mas insoportable que te hablen de dinero (por defecto o por exceso).
Un beso y feliz domingo.
Muy bien eso que dices, Mery. Yo también lo valoro: no se habla de dinero, pero si hay que hablar, se habla. Un abrazo
Al leer tu entrada de hoy me he acordado de cuando mi padre se afeitaba. Recuerdo qu asomaba mi naricilla por encima del lavabo y lo veia como a un guerrero que se prepara para la batalla. Primero el jabón en la brocha, luego la cuchilla, el olor...De mayor descubrí que, como muchos hombres, odiaba el tener que afeitarse todos los días. Besitos.
Ojalá mis hijas piensen eso mismo de mí. En realidad, afeitarse tiene algo de placentero. Es como si uno se estuviera labrando el rostro o pintándolo en un cuadro. Son la rutina y la repetición y la obligación las que hacen de afeitarse un rollo macabeo. Un beso.
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