viernes, 20 de marzo de 2009

Fábula del cabrero mezquino y la propietaria generosa

Érase una vez un cabrero que le pidió permiso a la propietaria de unas fincas para pastorear en ellas su rebaño. Ella se lo permitió y él le prometió regalarle un chivo en agradecimiento.

Había abandonado ya el cabrero aquellas tierras cuando se encontró de improviso con la propietaria y le dijo lastimero:

-¡Ay qué pena tengo! ¡Tu chivo se ha caído por un barranco y se ha matado!

Tal como ocurrió lo cuento.

Y aprovecho que el Pisuerga pasa por Valladolid para decir que este fin de semana no escribiré ninguna entrada. Voy a probar a ver si aguanto el mono de no escribir durante los fines de semana y así puedo leer muchas bitácoras que tengo atrasadas. Un abrazo a todos.

15 comentarios:

Juanma dijo...

No es mala idea la de dejar de escribir para leer a los demás. Es una idea colmada de generosidad. Pero no sé, se me va a hacer muy raro no comenzar el día leyéndote.
Y qué mamoncete el cabrero, ¿no? Seguro que conozco a alguien así, mejor ni lo pienso.

Un abrazo, querido Jesús.

Máster en nubes dijo...

Dios mío, debo de estar hoy especialmente torpe porque no lo entiendo. ¿Hay algo que entender aquí ;-)? En cualquier caso, Jesús, eres de las pequeñas alegrías mañaneras que una tiene pero podré resistir hasta el lunes.

Y los chivos son animales con muy mala idea los que no hay que darles la espalda jamás. De frente siempre.

Un abrazo y feliz entrada en la primavera

Aurora

Juan Antonio González Romano dijo...

La moraleja de tu cuento es que de desagradecidos está el mundo lleno. Como tus lectgores no somos en absoluto desagradecidos, te permitiremos descansar, que bien ganado te lo tienes, y esperaremos dos cosas: que llegue el lunes para volver a lweerte; que pase el fin de semana, para saber si has sido fiel a tu propósito de no publicar en el blog.
Un abrazo y buen fin de semana.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Bueno Jesús, aguantaremos hasta el lunes. oensaba que ibas a Valladolid.
No obstante, pienso que el chivo, era expiatorio.
Un fuerte abrazo y buen fin de semana a tod@s.

Outsider friar dijo...

¿Seguro que la "fábula" no procede de un manual de Casos prácticos de Derecho Romano?

Anónimo dijo...

Qué lástima, con lo buenos que están los chivos a la brasa.
Te esperaremos, Juanma, te esperaremos. El blogroll es lo bueno que tiene, que nos avisa de los regresos esprados con fidelidad imposible. Un abrazo y buen fin de semana.

José Miguel Ridao dijo...

Pues yo soy la propietaria y le digo:
¡Qué bien, ya no tendré que matarlo! ¿Me lo puedes recoger y nos lo comemos entre los dos?
Un abrazo, y hasta el lunes. Sabia decisión...

Jesús Cotta Lobato dijo...

En realiad, Juanma, no es tan generosa mi idea. También dejo de escribir los fines de semana, porque no tengo tiempo ni para rascarme ni para dejaros comentarios.

Aurora, lo mezquino del cabrero era que ¿tuvo que morirse precisamente el chivo que él le había destinado a ella? ¿No podía haberle dado otro?

Juan Antonio, como tú dices, si Dios descansó un día de la semana, ¿por qué no yo dos?

Gracias, Javier y Octavio, por ser tan asiduos de este barco. Me dais ánimos.

Outsider, ahora que lo dices, parece un caso de esos. ¿Qué diría el profesor Murga?

José Miguel, yo que tú lo dejaría con su chivo muerto, que seguramente era mentira, y le pediría un chivo vivo. ¿Qué más da uno que otro?

Rosna dijo...

Cerrar mi noche , leyendo a tod@s si que es un privilegio .
Que gran verdad :que más da... si uno muerto u otro vivo ...ambos van a morir ...
Feliz estoy , al menos a la cama no me iré , sin aprender algo más .
Feliz equinoccio y excelente fin de semana para tod@s !!!
Ah , Cotta san ,le dejo unos caramelos de coco y globos de colores me fui de cumple , matta getsuyo-bi ( Hasta el Lunes ...lo esperamos )
Rosna

Olga Bernad dijo...

Pues yo creo que ella le tenía que haber convencido de que el chivo caído no era el suyo, mandándolo a mirarlo desde cerca. Y llevándose el suyo, por supuesto. Hombre, por Dios, estas cosas me sublevan;-)
Muy buen fin de semana tenga usted, yo voy a procurar no encender el ordenador en homenaje a la primavera recién llegada. Ya veremos:-)
Un abrazo, Jesús.
Pero ve pensando la entrada del lunes...

Jesús Cotta Lobato dijo...

Eso es, Olga, lo que yo también habría hecho. Me honras esperando mi entrada del lunes. Y repito lo dicho:esos cuatro poemas son preciosos.

Ranzzionger dijo...

En este caso se trataba del chivo exculpatorio, y el cabrero se portó como un cabrito. Me recuerda a lo que les ocurrió a mis hermanas cuando eran apenas unas adolescentes, que una vecina les dijo que si les apetecía tomar un yogur, "es que me han caducado y, por no tirarlos..."

Jesús Cotta Lobato dijo...

Ranzzionger, esa vecina tuya era prima del cabrero, seguro. Un abrazo

Anónimo dijo...

"Lo siento Maria, tu chivo se ha matado" jajaj, tenia 60 chivos y se mató el que le iba a regalar sin ella pedirlo.
JAJA
Es curioso que cuando se hace una promesa a una persona que se le cree deber algo y ella jamás te reclama nada, cuando te arrepientes aparecen mil excusas para no cumplirlas. Es como al que se le perdonó los cien denarios y fue a ahogar al que le debia un talento.
Como decia RAMBO "las excusas son como el culo, todo el mundo tiene uno"
Por cierto, a tu hermano Timoteo le ocurrió lo mismo, "coño ca ve que señalo un chivo paregalarlo se muere"

Jesús Cotta Lobato dijo...

No sabía yo que a mi hermano Timoteo le había ocurrido eso. Desde luego estamos rodeados de mezquinos. Y por cierto, muy bien traída la parábola del que ahogó al que le debía un talento. No la recordaba. Un abrazo