Recuerdo el día en que tuve que ir a tallarme para la mili. Mi padre me insistía en que entrase cojeando y alegara que tenía una pierna un centímetro más corta (o más larga) que otra. Pero yo por entonces pensaba estúpidamente que ese teatro no habría sido honrado. A mí en realidad me habría gustado alegar lo siguiente: “Miren ustedes, yo no valgo para la vida militar. Yo soy poeta, me gusta el latín, flipo con la Eneida, me gustan las flores y el campo. Sigo llorando con Heidi”. Pero, claro, eso no figuraba entre las causas de posible alegación.
Me llevaron a un despacho donde un militar bigotudo apuntó mi alegación con cara de pocos amigos, como si fuera un etarra en ciernes (al menos esa fue la impresión que me dio) y me regañó porque tuve la osadía de apoyar un codo en su mesa mientras se lo explicaba.
Luego me condujeron a un cuchitril donde había treinta o cuarenta muchachos en pelota. Allí me despeloté yo también y me sentí un traidor, porque la media de males corporales allí era bastante alta.
Cuando me llegó el turno, un tribunal militar me preguntó sin apenas mirarme qué alegaba.
Tartamudeé al decir lo del centímetro.
-Usted no tiene ninguna gibosidad –sentenció el médico. Y me expidieron un papel donde se decía APTO.
Me sentí afortunado por ser APTO, aunque el precio fuese tan alto como hacer la mili.
21 comentarios:
El día que me tocó a mí, reunidos todos los mozos en un lugar muy amplio, todos sentados, dijo un militar colmado de estrellas y medallas: "No crean que el ejército hará todo lo posible para reclutarlos. Quienes tengan algo no irán porque, lejos de ser una ayuda para el país, constituyen un lastre". No olvido nunca esas palabras de aquel estrellado hijo de puta.
Yo fui declarado NO APTO, un lastre, pero esa es otra historia...
Un abrazo, querido Jesús.
Eres bueno, y apto. Mejor.
Juanma, el lastre era aquel tipo, no tú. Además, sólo un estúpido puede reducir la persona a lastre.
Lolo, me vas a poner colorado.
Hubieses servido a la patria como otros poetas lo hicieron, además sin carrera como Miguel Hernandez( sin carrera, poeta,de corazón grande y valiente) o como Rafael Alberti(inculto, de corazón de Stalin, delator, chivato, rastrero y algunos aseguran que poeta). Pero creo que tu con estudios, culto y carrera hubieses sido pasto de las flores rojas de los cañones.
Pero conociendote, para el amor sirves, para la guerra no.
Por cierto como veo que ninguno ha hecho la mili, yo estuve treinta y cinco dias y me parecieron treinta años, gracias a Dios que mi hija nació en la jura de bandera y removiendo cielos y tierras me quedé aqui para alimentar a mi familia.
Pero estuve en San Clemente de Sascebas, uno de los mas grandes de España y os aseguro que cuatro etarras podian con la mierda que aquello era. Allí se puede insultar, denigrar y humillar a una persona siempre que tu lleves galones en tu hombrera.
La mili es para los Ulises con tatuajes en los antebrazos, como "nacio pa mori", que no me dejaron que lo rectificara porque tenia mas letras.Claro las herramientas eran el corcho de una botella y un tintero donde se mojaba una aguja decoser las "portañicas"
Piyayo, de buena te libraste, sobre todo después de experimentar en tus carnes qué era aquello. Yo le tenía tal horror a militar, que acabé objetando, más por repelús que por conciencia. Un abrazo.
Don EPIFANIO:
Cuando se juntan las mujeres se ponen a hablar de partos.
Cuando se juntan los hombres, lo hacen de la mili.
Yo, que ni he parido ni he hecho la mili no sé de qué hablar.
Dyhego, yo no hice la mili. Al final objeté. Lo mío es peor: los hombres se ponen a hablar de fútbol y de coches y a mí no me gustan el fútbol ni los coches.
Don EPIFANIO:
¡Su bitácora es el ejemplo palpable (y palpitante) de que existe conversación más allá de la placenta, del cabo "furrier" (que nunca me he molestado en buscarlo en el diccionario), de la tracción "a" las cuatro ruedas y del pase "furbolero" de la vaselina con un toque de chilena.
1 neutonio muy pero que muy pasado por lluvia.
Dyhego, vaya, me alegro. Siento lo del chaparrón. Ya me he enterado de que en Murcia hay un diluvio muy pero que muy gordo. Espero que sea para bien.
Yo, que hice la mili de bibliotecario, no hablo de mili.
Pero tu no podrías ser inútil ni en la etiqueta, querido Jesús.
Nb. En mi época no se podía objetar...
JAJAJAJAJAJA (DESCOJONE CON ESTA ENTRADA) Saludos Jesús by un ladrón de versos.
Justo cuando uno desea ser inútil, lo declaran apto. Qué putadas tiene la vida.
Un abrazo, amigo.
La de historias que se ha inventado la gente para ser NO APTO... ¡Qué perdida de tiempo la mili!
Julio, al menos estuviste más entre libros que entre armas. Lástima que no pudieras objetar. Y gracias por el piropazo.
Octavio, ahora que lo dices, ¡qué injusta la vida! Bueno, la vida no, la mili.
Ladrón, ahora nos reímos, pero entonces yo casi lloré.
Rocío, la mili era un año de vida entregado a no se sabía bien qué. Me alegro de que ya no sea obligatoria. Un beso.
Me encanta haber sido inútil total.
No se mili ...pero mi hermano no safo ... una pregunta ...para que sirve la mili...??? acaso los hace más hombres ... da alguna experencia ... ??? en fin ... mili eran los 300 ....
Un saludo con clarines .
Rosna
Un detalle ,gracias ,por emocionarse con Heidi ... ahora somos dos ,gracias mil ....nunca olvide al niño interno ...
Otro beso emocionado
Rosna
Javier, esa es una de las pocas veces en que lo útil es ser inútil Te envidio.
Rosna, me emocionan Heidi y los 300 y me alegro de compartir con usted esas dos aficiones tan extrañas.
Es curioso lo que una simple palabra, corta y contundente, puede hacernos sentir. APTO-NO APTO.
Casi parece que la frase continuará :"....para vivir"
Qué cosas.
Un abrazo
Mery, a veces una palabra explica a toda una persona. Un beso.
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