(Piscolabis tras la presentación de un libro de poemas. Una periodista charla con el poeta laureado)
MUJER: Mi marido es poeta, como usted. Me considero afortunada de estar casada con él. ¡Las cosas que me escribe!
POETA: No las escribe para ti. Te miente si te ha hecho creer que eres su musa. Los poetas son pájaros libres y escriben de lo que les da la gana, incluso aunque uno los enjaule.
(Dedicado, con amor, a las mujeres de los poetas o a los maridos de las poetas, porque aman a los pájaros libres)
11 comentarios:
Genial, Jesús, vaya pedazo de entrada. Qué cosa tan bonita...y tan cierta.
Un fuerte abrazo.
Qué preciosidad lo de amar a un pájaro libre.
Un abrazo
Que belleza , la poesía es el vuelo del alma sin cadenas , libre sin máscaras y sin armaduras .
Bello domingo y feliz inicio de semana .
Rosna
Juanma, esta entrada es grande porque pasó de verdad. Un abrazo.
Maite, por los pájaros cautivos uno siente más compasión que amor.
Rosna, ¡qué buen aforismo el suyo, el de la poesía es el vuelo del alma sin cadenas!
DON EPIFANIO:
¡La señora debió quedarse chafadísima! No sabemos si por la noche le diría la dama al poeta: ¡pues si quieres "pleonasmos" que te los proporcionen las musas ésas!
Sin ser ni poeta, ni escritor ni ná de ná, creo que las musas existen. ¿No os ha pasado que con determinadas personas te vuelves más ingenioso, más locuaz, más ocurrente, te sientes mejor e incluso se respira mejor, como decía aquel seductor?
1 neutonio
Dyhego, la verdad es que la dama se quedó muy chafada. Pero no hay que olvidar que aunque los poetas cantan a lo que les da la gana, la amada les da mucha gana y muchas veces los mejores poemas son para ella. Ahí está nuestro Miguel Hernández. Un abrazo.
La mayoría no canta a su esposa: Machado, Hernandez, Manrique...Poco más.
Me ha encantado, Jesús.
Se me olvida el caso de Machado, Julio. Hasta pronto.
Preciosa tu entrada, Jesús, pero vaya chasco me he llevado. Prefiero no preguntarle al mío, por si acaso.
Muchos besos.
Mirna, el tuyo tiene corazón de poeta y todo lo mira con ojos de poeta, también a ti.
Esto me hace recordar a Pedro Salinas y su precioso poemario dedicado a su alumna americana, Katherine. Y su mujer muerta de celos, claro está.
Una entrada estupenda.
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