Mi padre tenía fama de cristiano en mi pueblo (que, por cierto, es la Estación de Cártama, donde tenemos muy buenas morcillas).
Su conversión se produjo ante un crucifijo en un cursillo de cristiandad que allí realizaron los padres misioneros. Desde entonces, mi padre no paró: ayudó a las monjas a construir el colegio del pueblo, les dio casa y trabajo a varios pobres, hacía obras de caridad por todas partes... Eso le acarreó algunos problemas.
Un día estaba en casa matando un pollo para que nos lo comiéramos sus churumbeles cuando entró por la puerta un perote (aclaro que en Málaga llamamos perotes a los naturales de Álora, la bien cercada, que por allí gozan de la misma fama que aquí los leperos).
-Miguel, ¿tú, tan santo, matas pollos? –le dijo el perote con toda la retranca de que era capaz su simpleza.
Entonces mi padre le relató el episodio de san Pedro: un ángel le mostraba un mantel cargado de cerdos, ovejas, terneras... y le decía "Mata y come" y así tres veces.
-¡No vea cómo se tuvo que poner san Pedro cuando le abrieron la veda! –comentó el perote.
20 comentarios:
Don Epifanio:
No sólo de biblias, evangelios, prédicas y sermones vive el hombre sino de carne, legumbres y verduras. Y si encima tu santo padre tenía que dar de comer a su prole, anda y que no vengan a dar por saco con lo que hay o no que comer, que el hambre es muy mala.
Un neutonio.
Tu padre, como tú, un personaje. Sin duda.
Don Dyhego, pues eso, que con lo complicado que es vivir, no nos vamos a complicar declarando puros o impuros los alimentos.
Julio, mi padre era un personaje. Yo sólo soy su hijo. Un abrazo.
¡santo varón!, santo varón...
off topic (getting through the times) a modo de curiosidad insatisfecha: en la revista Mercurio escribe o escribía Javier Cotta... ¿otro hermano?... ¿los Mercuriales tenéis algo que ver con la revista?... si hicierais un grupo de reggae espacial ¿os llamaríais "Cotta and The Mercurians"?...
:-), ;-)
JAJAJAJAJA, qué risas con esta entrada... No soy partidario de matar para comer, intelectualmente, claro, aunque luego en la práctica no lo cumplo, es decir, personalmente no mato para comer, pero como cadáveres y muertos. Saludos jesusín.
Deliciosa anécdota, querido Jesús. Te lo dice un perote.
Eresmicruz, Javier, el que escribía en Mercurio, no es mi pariente, que yo sepa, pero mi padre siempre me dijo que los Cotta de Sevilla, menos numerosos que los de Málaga, procedíamos de la misma y napolitana rama. En cuanto a los mercuriales, es una tertulia que no tiene en principio relación con la revista. Si quieres más detalles, te los cuento.
Ladrón, allí en el campo los bichos estaban vivos y éramos nosotros los que los teníamos que convertir en cadáveres. Un abrazo.
Máster, mi padre, como tu abuelo el legionario.
Tomás, tengo familia entre los perotes y aquel perote era buena gente.
Interesantisimo blog...
voy a tratar de pasar seguido...
un abrazo desde Argentina...
Tengo un alumno hindú con el que polemizo de vez en cuando (qué raro). Yo, que soy muy delicadito con la comida, puedo llegar a entender que a la gente le gusten cosas impensables para mi infantil paladar, pero, al parecer, de comer cosas raras vinieron las vacas locas y el sida.
De todas formas, el que se escandaliza por la falta de congruencia de los demás, suele ir con aviesas intenciones.
Blogger se empeñó esta mañana en no dejarme decirte que me encanta eso de que "mi padre tenía fama de cristiano". Tampoco me dejó decirte que por qué no nos cuentas, algún día, cualquier problema que tu padre tuviera que sortear por ser tan bondadoso y caritativo (¿son, por cierto, sinónimos?).
En fin, ahora creo que sí me dejará despedirme con un abrazo, querido Jesús.
Me recuerda esta entrada una anécdota parecida que me contaron de Santa Teresa de Jesús. Al parecer, una alta señora la invitó a comer, y viendo que comía desenredada y con apetito, le comentó que, con su fama de mística y de santa, creía que iba a ser más frugal en el comer, a lo que la santa le respondió:
-Cuando penitencia, penitencia, y cuando perdiz,... ¡perdiz!
Gracias, Titán.
Reyvindiko, tu paladar no es infantil, sino fino y exigente. En cuanto a lo de comer cosas raras, creo que tienes toda la razón.
Querido Juanma, a ver si rescato alguno de esos problemas que le acarreó el ser caritativo. En cuanto a la anécdota de santa Teresa, ¡qué sabrosa! Es muy de ella. Un abrazo.
Pues si enumeras los problemas que le acarreó a tu padre el ser cristiano ( que no es lo mismo que tener fama de cristiano) habrás de colsultar con tu madre o hermanos mayores. Eso si, a la calle donde vivia se le puso C/Juan XXIII en su honor.Los cristianos no cuentan o no deben contar sus obras de caridad, solo sus pecados y solo a Dios o a un cura que sea indulgente.
Pero de siete hijos, dos estuvieron en el seminario y ahora tienen seis y cuatro hijos respectivamente, de siete salió uno un poco rebelde y sin causa, el unico que se confiesa cristiano y no va a misa por tanto peso como arrastra, osea, por cobardia, el primer varón en quien puso todas sus esperanzas, ese, el que mas lo defraudó y al que más apreciaba, su mayor fracaso, elpiyayo.
Pobre perote¡¡¡
Para Juanma, Una cosa que no se vió bien en el pueblo y por la cual lo criticaron, fue que llevaba comida a los que hicieron la huelga de Intelhorce y estaban en la catedral encerrados, cuando Franco aun tenia la mano firme y dura. Mi padre podria haber sido un ricachón del pueblo, pero resulta que ser cristiano y usurero no casa, cerró su primer negocio con 320,000 pesetas dadas a personas que no podian pagar la comida, el equivalente a un piso centrico en Málaga (hace 42 años mas o menos la edad de Jesús Epifanio)y salió "palante", su segundo negocio, tres autocares de transporte los vendió a un amigo y no se los pagó, a punto de perderlo todo y salió "palante", en vida, cuando aun tenia mi edad, lo dió todo a sus hijos, el solo se quedó con problemas y los bolsillos vacios y icluso confió en mi, que ya es tener confianza en las personas.
Uhms... no quiero ser un hipócrita con mis ideas y creencias intelectuales, pero me planteo muy seriamente el ser vegetariano para poder luchar en el mundo con la verdad. Saludos Jesusín.
Todo lo que cuenta el Piyayo, salvo las valoraciones negativas que hace de sí mismo, es cierto. Así que ya él se ha adelantado y ha contado los problemas que ser cristiano le ocasionó a mi padre.
Javier, era más bien pobre de ideas, pero con sentido del humor.
Ladrón, creo que hay cosas más importantes por las que luchar, pero ¿por qué no también por esa?
Preciosa anécdota , pero su padre no es un personaje , sino un gran hombre .
Saludos emocionados desde la isla .
Rosna
Rosna, a mi padre le habría encantado tu piropo.
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