lunes, 17 de mayo de 2010

Contradicción con patas

Desconfío un poco de la gente que lo tiene todo muy claro. Me gustan los buenos con su toque de contradicción, los que no saben a qué carta quedarse, los que, quizá por un exceso de vitalidad, se interesan por muchas cosas donde los demás sólo ven error, peligro, estupidez o maldad.
Yo, por ejemplo, tengo mis contradicciones. Aunque soy de talante pacífico y me asquea el boxeo y los puños, soy un lector ávido de lo épico, un admirador de los matadores de monstruos. Y aunque no me tienta el suicidio, me fascinan los suicidas. Y mis principios van por un lado y mis emociones y pasiones por otro y esto es un embrollo difícil de sobrellevar a veces. Y si mi corazón es anarquista, mi cabeza es liberal. Y cuando el corazón me pide guerra, la cabeza me exige perdonar. Y al revés también. Y aunque amo todos los árboles, debe dar mucho gusto talar a hachazos una secuoya para construir un pedazo de cabaña para mis churumbeles.
En fin.

Y me siento honrado de la foto mía que las Hojas del Roble ha colgado en su blog: si no fuera porque el autor de la foto es un fotógrafo estupendo, yo no me reconocería firmando ejemplares de relatos eróticos.

16 comentarios:

Unknown dijo...

La contradicción es fruto de árbol maduro; del hombre que duda entre el bien y el mal, aunque casi siempre acabe ganando el bien que no significa lo mejor, porque lo mejor muchas veces es lo incorrecto.

Julio buena foto ; la instantánea pasará a ese momento de gloria del poeta, a la gloria efímera del poeta que vive, que muere en cada instante.

Un abrazo.

Blimunda dijo...

Vaya, pues yo creía que era una de esas con las ideas muy claras, aunque me reconozco en eso del corazón por un lado y la cabeza por otro, luego entonces hay momentos en los que no todo es tan evidente dentro de mí misma(creo que me estoy contradiciendo)con lo cual estoy madurando...y voy a dejarlo ya que me está quedando un silogísmo de pena.
Salud, Salud!!!!!!!

Juanma dijo...

Compartimos sentimientos en el corazón y la cabeza (aunque la mía, si bien más poblada, no está tan bien amueblada como la tuya). Siempre he procurado ser hombre de principios asentados, aunque no tanto como para que me cueste moverlos llegado el caso (que llega siempre, y con frecuencia).

Me alegró muchísimo veros. Geniales todas las dedicatorias.

Un fuerte abrazo.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Ramón, no se me había ocurrido ver como señal de madurez la contradicción. Yo más bien creo que lo maduro es darse cuenta de ello, el reparar de pronto en que uno no es muy coherente a veces y que eso no es malo, que lo único malo es ser malo. En cuanto a eso de que lo mejor es a veces lo incorrecto, hay que hablarlo con una cerveza.

Blimunda, eso de tener el corazón por un lado y la cabeza por otro es señal de que estás viva, de que no estás programada. Y, bueno, con este tema, en cuanto intento profundizar, yo también me lío.

Juanma, el principio de cambiar tus principios llegado el caso es un buen principio. Me dio mucho gusto verte a ti,

El alegre "opinador" dijo...

Enhorabuena Jesús.
A mí me encanta ser contradictorio. Vaya coñazo ir de listo e inquebrantable todo el día.
Un abrazo.

Juan Carlos Garrido dijo...

Las contradicciones son lo que hacen creíble a un personaje, por cuanto tiene de humano el ser antitético e incomprensible.

Saludos.

lolo dijo...

Lo que pasa es que hay contradicciones que confunden. Hablo de las propias.

Sí que sales guapo en la foto. Y muy contradictorio, mola.

Dyhego dijo...

Don EPIFANIO:
Dubito... ergo svm.
1 nevtonivm tibi

Máster en nubes dijo...

Lo comparto. Por ejemplo, se puede ser incapaz de ver películas de miedo, pero negarse a un atraco cuando te están apuntando con una pistola. Se puede intentar se compasiva en familia y socialmente y no creer para nada en el mérito sino en el regalo, pero pensar que la compasión o el regalo (cuando es el Estado quien lo da o lo pretende...) no es una buena regla de organización política (o sea intentar ser católica pero ser protestante laboral y políticamente hablando, qué mal, suena horroroso, mira, no me gusta nada... voy a hacerme coherente). Ay, me lío sola... es que tus entradas tienen tela...

Rocío Márquez dijo...

Enhorabuena por tu firma de ejemplares y, bueno, por ser contradictorio, ¿por qué no? ¿o sí?
;-P
Un saludo.

Retablo de la Vida Antigua dijo...

En buena parte, las contradicciones vienen de lo que uno ha sido y ya no es.

Pues lo que uno ha sido sigue estando ahí, en el fondo, soterrado, y avisa de que, a veces, agua pasada sí que mueve molino.

Por eso, en ocasiones, somos el de hoy y el de ayer. Y a esa superposición la llamamos contradicción.

Por otra parte: las contradicciones, si bien son inevitables, hay que tenerlas bien sujetas. Si no aparece el caos. Y uno se convierte, por lo menos, en un pelmazo.

A domeñar las contradicciones, ayuda el instinto de orden. A la manera estoica.


Vale.

PS: yo también soy liberal de razón. Como usted y como Tocqueville.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Alegre, los inquebrantables inamovibles son, además de un coñazo, totalmente previsibles. Un abrazo.

Sombras, ese es un buen consejo a la hora de crear un personaje literario.

Lolo, sí que soy contradictorio entre lo que escribo y lo que creo que debería escribir. Menos mal que mola.

Didace, video sanctum Augustinum Hiponae te citare. Vivat Didacus! Neutonia mille.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Rocío, hala, ahora no voy a ser contradictorio, pero mañana sí. Un beso.

Aurora, esto tenemos que hablarlo con una copa delante. Ya tenemos claro que tras la resurrección de la carne yo tendré cabellera. Ahora tenemos que aclarar qué es ser protestante laboral. Un beso.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Gomez de Lesaca, el comentario de usted de hoy es magnífico. Creo que lo que usted afirma se amolda perfectamente a mi caso: lo que yo he sido sigue coleando y de ahí mis contradicciones. Ah, y el estoicismo, qué bello, pero qué difícil para mí. En boca de usted suena bien. Vale.

Anita dijo...

ah! como cosa de telepatía jojo justamente publico una frase para reflexionar acerca de Nieztche, autor que no me agrada mucho pero lo traigo en la mente que tengo que reflexionar.

Decir y contra decir, es sabio cambiar de opinion y humano tener muchas alternativas para elegir.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Anita, entonces sabes de qué hablo. Leeré tu reflexión. Saludos.